El secretario de Vivienda Alphonso Jackson sobrevivió el año pasado a una investigación sobre la forma en que procedió con un grupo de contratistas que trabajaban para su departamento. (AP)
El secretario de Vivienda Alphonso Jackson sobrevivió el año pasado a una investigación sobre la forma en que procedió con un grupo de contratistas que trabajaban para su departamento. Pero ahora enfrenta una nueva pesquisa.
El FBI y el departamento que investiga movimientos de desarrollo urbano examinan los lazos de Jackson con un amigo que pagó al menos 393,000 dólares después que el secretario de Vivienda sugirió el nombre de ese hombre para un trabajo como gerente de construcción del departamento de vivienda de Nueva Orleáns tras el huracán Katrina.
Jackson, de 62 años, ha pasado la mayor parte de su carrera trabajando para agencias de vivienda de numerosas ciudades. Tiene una amistad personal con el presidente George W. Bush que data de finales de los años 80, cuando vivían en el mismo vecindario de Dallas.
Hace dos semanas, pocas horas después que informes de prensa revelaran la investigación, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que el presidente manifestaba su apoyo a Jackson.
Jackson, el primer líder negro del departamento de viviendas de Dallas, desencadenó la investigación cuando le dijo a un grupo minoritario de ejecutivos de bienes raíces de esa ciudad que había revocado un contrato porque al solicitante no le gustaba Bush.
"El dijo: 'Tengo un problema con su presidente"', manifestó Jackson ante los empresarios. "Yo pensé: "Señor, usted está desconectado. El presidente ha sido votado, yo he sido elegido. Usted no estaría obteniendo el contrato si yo no estuviera sentado aquí'. (El señor) no obtuvo el contrato".
Posteriormente, Jackson le dijo a los investigadores: "Mentí" cuando me referí a la quita del contrato, la única parte de una extensa entrevista en la que manifestó algún tipo de remordimiento.
