Era ya el cuarto día de enero, y Astatrasio Garrajarra, el borrachín del pueblo, no había terminado aún de celebrar el Año Nuevo. Iba cae que no cae por el medio de la calle. Un policía le ordena con tono perentorio: "¡Oiga, amigo! ¡Camine por la banqueta!?. "¡Por la banqueta! -farfulla Garrajarra con exasperación-. ¿Acaso me crees alambrista??... Doña Pelagia, mamá de Babalucas, preparó cuidadosamente la fiesta del día último de año. A más de la cena dispuso gorritos, serpentinas, todo lo necesario para que reinara la alegría. Hizo un encargo a Babalucas. "Ve y compra una buena cantidad de confeti -le dijo-. Subes al segundo piso, y cuando lleguen los invitados les echas el confeti desde el barandal de la escalera?. Fue Babalucas a cumplir aquel encargo, y luego se colocó donde su mamá le había dicho, en espera de la llegada de los invitados. Se presentaron éstos, y Babalucas hizo lo que su madre le había dicho: todo lo dejó caer sobre los asistentes. Le grita doña Pelagia, consternada: "¡Mentecato! ¡Te dije confeti, no espagueti!?... La maestra de Pepito le pregunta: "¿Cómo se llama tu nuevo hermanito??. "No sé -responde él-. Cuando habla no se le entiende ni mádere?... Un petrolero texano iba en su coche de lujo por el centro de la ciudad de Houston. No había sitio dónde aparcar, y tanto el hombre como su esposa ya estaban impacientes. "Gee, Fatfanny! -exclama el texano-. Creo que lo mejor que podemos hacer es dejar este coche en cualquier lado y comprar otro que ya esté estacionado?... El viejo lobo de mar que lucía una pata de palo bebía en silencio su copa en el bar del puerto. Una turista se le acerca y le pregunta: "¿Cómo perdió su pierna, buen hombre??. Responde el marinero: "Estaba sentado en la cubierta del barco, con las piernas hacia fuera, cuando un tiburón dio un salto y me arrancó la pierna izquierda de una tarascada?. "¡Dios mío! -se conduele la mujer-. ¿Y usted qué hizo??. "Nada, señora -contesta resignado el hombre-. Es muy difícil discutir con un tiburón?... Más temprano que tarde el PRD tendrá que deslindarse de López Obrador. Si bien es cierto que el tabasqueño puso a ese partido en un sitio que jamás los perredistas habrían imaginado, no menos cierto es que con su insana conducta, con su agresividad e intransigencia, López Obrador ha dado al PRD una imagen de violencia e ilegalidad que le hace mucho mal. Este año habrá en varios estados elecciones de gobernador, alcaldes y diputados locales. Tras el severo descalabro que sufrieron en Tabasco, debido en buena parte al rechazo de los electores a la figura de AMLO -y en su misma tierra- los perredistas deben reconocer que López Obrador se ha convertido ya en una pesada rémora para el partido. Sólo unos cuantos radicales se mantienen a su lado. La sociedad en su conjunto mira con indiferencia los ires y venires del candidato perdedor, y sus patéticos llamados a la resistencia caen en el vacío. Si el PRD quiere recobrar siquiera una parte de lo que ha perdido, tendrá que hacer cuanto antes ese deslinde del caudillo en ocaso, y no seguir financiando ya sus desfiguros... Don Poseidón, granjero acomodado, se dio cuenta de que una de sus vacas era bizca. Llamó al veterinario. Éste introdujo un tubo en la parte trasera de la vaca y sopló a través de él hasta que los ojos del animal se enderezaron. Por esa sopladura el profesionista cobró la suma de mil pesos. Días después la vaca volvió a su anterior bizquera. Don Poseidón pensó que él mismo podría administrarle el tratamiento. Se consiguió un tubo, pues, y comenzó a soplar, pero los ojos de la vaca no se enderezaron. Llamó a su empleado Babalucas y le pidió que siguiera soplando. Babalucas extrajo el tubo de donde la vaca lo tenía y lo volvió a introducir por el otro extremo. "¿Qué haces?" -le pregunta don Poseidón con extrañeza. "Señor -contesta con dignidad el tonto roque-. En materia de higiene soy muy escrupuloso. No iba a poner mis labios en el mismo lado del tubo donde los puso usted"... La hija de aquel señor ingresó en el ejército. Un amigo al que hacía tiempo no veía le pregunta: "¿Qué hace tu hija??. Contesta el señor: "Es recluta". El otro, algo duro de oído, le dice entonces palmeándole la espalda: "Resignación, amigo mío. Sucede hasta en las mejores familias"... FIN.
