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DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

ARMANDO CAMORRA

El médico le dice a su paciente: "Lamento informarle que en cualquier momento puede sufrir usted un ataque de embolia que le dejará paralizado el lado izquierdo de su cuerpo". De inmediato el hombre se lleva la mano al bolsillo. El doctor le indica: "No es necesario que me pague ahora". "No le iba a pagar -responde el paciente, afanoso-. Me estoy pasando aquello al lado derecho"... Cierta secretaria tenía un jefe con muy mal carácter. Le aconseja una amiga, secretaria también: "Haz lo que yo. Cuando mi jefe se enoja nomás cruzo la pierna, me levanto la falda un poquito y lo dejo que me vea la rodilla y un pedacito de muslo. Con eso se le pasa el enojo". A los pocos días se encuentran. Pregunta la amiga: "¿Cómo te ha ido con el consejo que te di? ¿Lo has puesto en práctica?". "Sí -responde la otra-. Nada más que mi jefe resultó bastante más enojón que el tuyo"... En la clase de Civismo el profesor planteó una cuestión. "Dime, Pepito: si veo que a un pobre burro le están dando garrotazos en la calle, y detengo la mano del que golpea a la infeliz bestia, ¿qué virtud estoy practicando?". Arriesga Pepito: "¿El amor fraternal?"... Una curvilínea morenaza llega con el médico. "Doctor -le dice-. Vengo a que me saque un diente". "Perdone, señorita -le responde el galeno-. Incurre usted en un error. Lo que necesita es un odontólogo. Yo soy médico cirujano". "Precisamente, -dice la muchacha-. El diente es de mi novio, y me lo clavó en el busto"... El club de señoras visitó la central de bomberos. Una de ellas vio en el piso el agujero y la barra de metal por donde los bomberos se deslizan. "¿Qué es eso?" -le pregunta al jefe. Explica el hombre: "Es un dispositivo para que los hombres puedan salir rápidamente en caso de alarma". "¡Ay, qué práctico! -se alegra la señora-. ¡Voy a poner uno de esos en mi clóset!"... El gerente de la compañía le dice al encargado de la agencia de colocaciones: "Necesito que me mande una mecanógrafa". Responde el otro: "La semana pasada le mandamos una. ¿No le salió buena?". "¡Me salió buenísima! -exclama el gerente, entusiasmado-. Pero de cualquier modo sigo necesitando una mecanógrafa"... El maduro señor casó con mujer bastante menor que él. Pasó algún tiempo, y la señora no se embarazaba. Acudieron los dos a un consultorio, y el joven médico les dijo que procedería a examinar a la señora. Pasó un buen rato, y el provecto marido estaba inquieto en la sala de recepción, pues su esposa tardaba en salir. Dio unos tímidos golpecitos en la puerta, y asomó la cabeza el facultativo. "Doctor -dice el maduro caballero-. Ya lleva usted mucho rato examinando a mi señora. Dígame ya por qué no puede embarazarse". Responde con exasperación el médico: "¡Y si nos sigue interrumpiendo menos se va a embarazar!" ... A don Senilio, señor octogenario, se le olvidaba siempre subirse el zipper del pantalón. A su esposa aquel detalle la apenaba. Continuamente le decía que traía abierta la bragueta. Eso azaraba mucho al viejecito, tanto que un buen día la amonestó. "Mira -le dijo-. Ya no me andes avergonzando delante de la gente. De hoy en adelante, cuando notes que traigo abierto el zipper haz como que buscas en tu bolso y di: ?Se me abrió la polvera?. Yo entenderé, y me subiré el zipper sin que nadie se dé cuenta". A los pocos días los dos fueron a una fiesta. De pronto dice la viejita haciendo como que miraba dentro de su bolso: "¡Ah! Se me abrió la polvera. ¡Y para colmo se me salió el bilé!"... FIN.

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