Aquella señora era víctima de una neurosis incurable. Muchas veces había amenazado con suicidarse, tanto que sus familiares acabaron enviándola con un siquiatra. El analista se hartó también de sus constantes amagos. Cierto día que la señora anunció de nueva cuenta su decisión de privarse de la vida, le dice el siquiatra con enojo: "Basta ya de teatro, señora. Si en verdad quiere suicidarse le voy a decir la mejor manera de hacerlo: vaya usted a su casa y péguese un tiro en el corazón". "Muy bien -aceptó el reto la mujer-. Nada más dígame cuál es el sitio exacto del corazón". Respondió el facultativo: "Está a la altura de su seno izquierdo?. La señora siguió las instrucciones al pie de la letra: fue a su casa y se dio un tiro donde el doctor le dijo que estaba el corazón. Poco después ingresó al hospital con una herida de bala en el tobillo... Le dice la guapa secretaria al office boy: "Mercuriano: aquí tienes una lista de artículos de oficina que quiero que vayas a comprarme: lápices, hojas, tinta, píldoras anticonceptivas...?... Ahora que cumple años me pregunto si la Constitución tiene madre. No es improcedente la pregunta, ni con ella falto al respeto que se debe a la máxima ley de la República. Pregunto si la Constitución tiene madre porque hoy por hoy ni aun ella misma reconocería a la hija que parió. Tantas reformas se han hecho a nuestra Carta Magna que ya es otro documento, distinto radicalmente del original. Los ideales y principios originales han sido contradichos en más de una ocasión por esas reformas, algunas muy poco afortunadas. Es cierto: las leyes son efecto de las circunstancias sociales, de una realidad que el legislador incorpora a la norma. En eso consiste la vigencia de la ley. Sin embargo los cambios hechos a la Constitución de México no siempre han sido resultado de las mudanzas de la sociedad, ni adaptación al tiempo nuevo: en muchas ocasiones han sido fruto del capricho del Presidente en turno, o resultado de alguna coyuntura efímera que se tradujo en un nuevo parche a la legislación constitucional. En cierta ocasión un periodista le preguntó a Vasconcelos de qué color era la Constitución: blanca o roja. El color blanco se atribuía a las constituciones liberales; el rojo a las de contenido socialista. Respondió con agudeza el oaxaqueño: "No es blanca ni roja: es violada?. Hay que añadir que en tratándose de nuestra máxima ley hay violaciones legales. En esa categoría caben muchas de las arbitrarias reformas que se han hecho a la norma fundamental. Y más no digo, porque me voy a encaboronar, y no es bueno encaboronarse en día de asueto... "¡Chin! -se lamentaba un individuo-. ¡Todo lo que me gusta engorda, produce cáncer, es pecado o está casada!?... Una vedette era famosa por sus perfectas piernas, merced a las cuales había triunfado en su difícil profesión. Cierto día le dijo llena de orgullo a una compañera: "¡Mis piernas son mis mejores amigas!". "¿De veras? -responde la otra con intención-. ¿Y entonces por qué dejas que a cada rato se te separen??... La exuberante muchachona sube al atestado autobús. Al no encontrar asiento le dice a un señor: "Disculpe, caballero: ¿no sería tan amable de cederme su asiento? Estoy embarazada?. "¡Perdone usted, señora! -exclama el tipo sinceramente apenado poniéndose de pie-. Es que no se le nota. ¿Cuánto tiempo tiene usted de embarazo??. "Posiblemente una media hora -contesta la muchacha-. Y vengo muy cansada?... FIN.
