En la cena de gala se hablaba de cosas que daban placer. Una señora dijo que su más grande gozo era la lectura. (Seguramente ya no estaba en la edad en que natura da más goces que cultura). Otro invitado declaró que su mayor gusto era la buena comida. (Quizá el único pecado de la carne que podía cometer ya era la gula). El general Carrilleras proclamó con voz ronca de cuartel: "Yo cuando siento el placer más grande es cuando me vengo". Se hizo un profundo silencio entre la concurrencia. "Sí -remató el hirsuto mílite-. Porque la venganza es dulce". En efecto, una manida frase afirma que la venganza es el placer de los dioses. Pobres dioses deben ser ésos, que hallan gusto en pasiones tan humanas. Deberían aprender de aquel señor que supo que su esposa y un cierto amigo suyo se entendían. Cobró la peor venganza imaginable: se la dejó... Digo todo esto porque los señores del PRD enderezan ahora una de sus acostumbradas embestidas contra los consejeros del Instituto Federal Electoral, en forma particular contra su Presidente. Demandan que sean removidos de su cargo y sustituidos por otros, de preferencia nombrados por los atacantes. Hay quienes dicen que los perredistas hacen eso para castigar a los miembros del IFE por no haberle dado el triunfo a López Obrador. La apreciación no es acertada. En primer lugar, a nadie se ha de dar lo que en derecho no le pertenece. Y está probado hasta la saciedad que AMLO fue derrotado por su mayor enemigo: él mismo. En segundo lugar una cosa es aplicar un castigo y otra muy diferente es ejercer una venganza. El castigo mira al bien del castigado. La venganza, en cambio, sólo produce satisfacción al vengador. El padre castiga a su hijo para corregirlo; la sociedad castiga al delincuente para hacerlo volver al buen camino. (Por eso la pena de muerte no es castigo, sino venganza pura). El que cobra venganza busca dar salida a su rencor. Para vengarse de los consejeros electorales, que cumplieron su función conforme a la ley y no se plegaron a las desatentadas exigencias de AMLO, los perredistas ahora los atacan y piden la integración de un nuevo consejo. Es urgente legislar para que los partidos no tengan injerencia en la designación o remoción de los consejeros electorales. Así como sería absurdo que el juez fuera nombrado por aquellos a quienes va a juzgar, así tampoco los encargados de vigilar a los partidos deben ser propuestos por las organizaciones políticas. Esos consejeros deben ser ciudadanos independientes, libres no sólo del poder estatal, sino también de la influencia partidista. Ya di mi opinión. Si el país no la escucha, en su salud lo hallará... Un médico gerontólogo dio una conferencia. Alguien le preguntó: "Doctor: si un hombre de 60 años se casa con una muchacha de 20 ¿puede esperar descendencia?". "A veces sí" -respondió el especialista. Inquirió otra persona: "Y si un hombre de 80 años se casa con una mujer de 20 ¿puede esperar descendencia?". Contesta el facultativo: "Entonces seguramente debe esperarla"... El jefe de personal se percató de que una secretaria y un empleado de la oficina llevaban el mismo apellido. Le pregunta a la muchacha: "¿Alguna relación?". "Seis -responde ella-. Pero no en horas de trabajo"... Llegó un señor de edad madura a una farmacia y pidió un preservativo. Le dice el encargado: "¿Cómo lo quiere? ¿Grande, regular o chico? ¿Con o sin lubricante? ¿Liso o corrugado? ¿Blanco o de color?". Pregunta tímidamente el señorcito: "¿Tiene uno con varillas?"... FIN.