El médico, boquiabierto, veía a la mujer y no daba crédito a lo que sus ojos le mostraban. La paciente traía los senos apuntando hacia las nubes, tanto que le obstruían a su dueña la visibilidad. Parecían sendos puntos de admiración; la señora debía apartarlos con las manos para mirar entre ellos. El facultativo ve la disposición y traza de aquel erguido busto y le dice a la mujer: "Pero, señora: ¡esas pastillas azulitas eran para su marido!"... La esposa de Capronio lo sorprendió en el lecho de la joven criadita de la casa, haciéndole a la muchacha arrumacos y otras cosas de mayor entidad. "Pillo! ¡Bellaco! ¡Tuno! ¡Perillán! ¡Bribón! ¡Bergante! ¡Malandrín! ¡Truhán! -prorrumpió en sonorosas voces la señora, que por esos días tomaba un curso de novela picaresca del Siglo de Oro-. ¿Por qué te encuentro así?". Replica el tal Capronio: "Es que esos zapatos que traes no hacen ruido"... La mamá de Mirrunguito fue muy preocupada con el doctor. Le dijo: "Mi niño tiene su partecita muy pequeña. Casi no se le ve". Prescribe el galeno: "Dele una rebanada de pan integral todos los días. Sus componentes favorecen el desarrollo de la dicha parte". A la mañana siguiente Mirrunguito se sorprendió al ver sobre la mesa un altero de rebanadas de pan integral que casi llegaban hasta el techo. Inquiere con asombro: "¿Todas esas rebanadas de pan son para mí?". "Nada más la de arriba -contesta la señora-. Las demás son para tu papá"... La triste verdad es ésta: en la Ciudad de México las calles no pertenecen a los ciudadanos: son propiedad del PRD. Los perredistas, que tanto se oponen a las privatizaciones, han privatizado en su beneficio los espacios públicos, y los usan como cosa propia para favorecer sus intereses. Ocupan las aceras del Centro Histórico y establecen en ellas un comercio ilegal con el cual medran inmorales líderes encargados de aportar carne de manifestación. Un día sí y el otro también organizan desorganizadas manifestaciones en las cuales una veintena de individuos -e individuas- atentan contra cientos de miles de personas. Para los perredistas "salir a la calle" sirve para no tener que pasar por los molestos trámites de la democracia: el diálogo, el acuerdo, la concertación. Tarde o temprano la creciente irritación de los capitalinos hará que Marcelo Ebrard deba decidir entre gobernar para la Ciudad o gobernar para el Partido. Si escoge lo segundo su dimensión no pasará del Distrito Federal, pues ya no puede repetirse el caso López Obrador. Si opta por lo primero su imagen cobrará importancia nacional ante un AMLO que recorre la República con los ojos puestos en el 2012. (Qué incómodo se ha de sentir el 2012 con esos ojos puestos sobre él)... La suegra le pregunta al yerno: "¿Qué te parece mi nuevo tono de lápiz labial?". Pide el yernete: "Para podérselo ver bien, suegrita, por favor levántese un poco el bigote"... Un fanático del futbol le cuenta a su amigo: "Mi esposa va a dar a luz nuestro primer hijo, y quiere que yo esté presente en el alumbramiento; pero el niño nacerá el mismo día del clásico". Pregunta el amigo: "Y ¿qué piensas hacer?". Responde el otro: "Dejaré funcionando una videograbadora". "Buena idea" -comenta el amigo. "Sí -responde el otro-. Así podré ver el nacimiento del niño cuando regrese del futbol"... El gendarme sorprendió a una pareja haciendo el amor en un parque público. La mujer prorrumpió en insultos contra el guardián del orden público, y además, desde su posición yacente, esgrimió contra él una navaja. El juez que conoció del caso le dijo a la mujer: "La sentencio a pagar una multa de 5 mil pesos por traer un arma ofensiva en su persona". Se vuelve hacia el hombre y le dice: "Y a usted lo sentencio a pagar 10 mil pesos por traer una persona ofensiva en su arma"... FIN.