El agente viajero sufrió un desperfecto en su coche, y se vio solo a la mitad del camino. A lo lejos vio brillar una luz. Se dirigió hacia ella y llegó a la casa de un granjero. Le explicó el predicamento en que se hallaba y le pidió que le permitiera pasar ahí la noche. "-Podrá hacerlo -le dice el campirano sujeto-. Pero debo advertirle que no tengo más que una cama libre y en ella duerme...". "-Sí, ya sé -lo interrumpe con una salaz sonrisa el viajero-. En ella duerme su hija joven y bonita, y con ella tendré que compartir la cama". "-No, -responde con extrañeza el viajero-. Tendrá que compartir la cama con mi hijo de 20 años que mide dos metros de estatura, es muy fogoso y está ansioso siempre por liberar las fuerzas de su juventud". En este momento de la narración el viajero, todo desconcertado, vuelve la cabeza hacia los cuatro lectores que tiene esta columna y dice mohíno y lleno de disgusto: "-¡Chin! ¡El caón de Catón me metió en un chiste que no era!"... Celiberia y su hermana Himenia eran maduras señoritas solteras. Un día Celiberia dijo a Himenia que había conocido a un caballero muy agradable. "-¿De veras? -se interesa Himenia-. ¿Qué hace?". "-Es músico de la sinfónica -le informa Celiberia-. Toca flauta y viola". "-¡Ay, preséntamelo!" -se entusiasma Himenia-... Susiflor se fue a confesar con el padre Arsilio. "-Anoche -le cuenta- dejé que mi novio me hiciera el amor". Le dice el sacerdote: "-¿Ya ves a lo que conduce un minuto de debilidad?". Aclara Susiflor: "-Fueron 40"... Daño muy grande hacen los hombres de religión que se sienten intrérpretes de la voluntad de Dios y lo presentan como un Dios colérico, iracundo, capaz de tomar venganza igual que los humanos, y de enviar castigos espantosos a quienes lo desobedecen. Con motivo del tornado que asoló Piedras Negras y la ciudad texana de Eagle Pass no ha faltado algún predicador que diga que ese desastre natural fue un castigo de Dios por la aprobación en Coahuila de la "ley gay" y la despenalización del aborto en el Distrito Federal. Es monstruosa la visión de un Dios así, visión fincada en el temor que siembran algunos clérigos, atados aún a viejas concepciones eclesiásticas, para mantener a los creyentes bajo sus dictados. Dios es amor, lo dice la Palabra, y se ha de ver como un Padre amoroso, y no como un tirano represor que destruye las obras de los hombres y mata a sus criaturas por haberse apartado de lo que otros hombres presentan como la voluntad divina. En el caso del tornado ¿qué culpa tuvieron en la aprobación de aquellas leyes los pobres que desgraciadamente perdieron la vida a consecuencia de ese desastre natural? La religión debe predicar el amor, no el miedo, y en vez de decir palabras de odio debe emprender obras de bien para ayudar en la desgracia a quienes la sufrieron. Muchos se apartan de Dios por causa de quienes se dicen sus ministros... Viene ahora un chistecito que no entendí, pero que me dicen es de muy mal gusto. "-A ver, Pepito -pregunta la profesora al tremendo niño-. ¿Cuáles son los animales cuadrúpedos?". "-¿Los que se avientan cuatro?" -arriesga con timidez Pepito-... En la playa Rosibel y Susiflor veían a los atléticos bañistas que pasaban. Exclama Susiflor mirando a uno: "-¡Qué cuero!". "-No te fíes de apariencias -le recomienda Rosibel-. Yo conozco un tipo que vive en una casa con dos garages, y no tiene más que una bicicletilla"... FIN.