Comentaba con ufanía doña Macalota: "El novio de mi hija es muy deportista: le dijo que ya le anda por llevarla al box spring"... Una mujer le pregunta a su amiga: "¿Le eres fiel a tu marido?". "Sí -responde la otra-. Con frecuencia"... Don Cornilio escuchó ruidos en el clóset de su recámara. Abrió la puerta y vio ahí a un individuo. Éste, sin inmutarse, le dice al boquiabierto esposo: "No se atreva usted a tocar los vestidos de la señora, caballero. Estoy aquí contratado por ella para cuidar su guardarropa"... La parejita de recién casados llegó a la habitación del hotel donde pasarían su noche de bodas. Prorrumpe con romántico acento el desposado: "¡Al fin solos!". "¡Cómo! -exclama desolada su flamante mujercita-. ¿No le vamos a hablar a nadie? Así solos nos vamos a aburrir"... Simpliciano, muchacho candoroso, pensaba que la joven que llevó al motel de pago por evento era tan pura como las nieves de los más altos riscos de los Alpes. Al terminar el amoroso trance le pregunta lleno de angustia: "¡Dime, Sabanilia, te lo ruego! ¿Qué puedo hacer para reparar mi falta?". Sin vacilar responde ella: "Pon mil pesos en mi bolso. Eso repara cualquier falta que hayas podido cometer"... En la casa de empeño Pompilia Granderriére puso sus muníficos atributos posteriores sobre la repisa de la ventanilla del asombrado valuador, y le pregunta: "¿Cuánto cree usted que debo pedir por esto?"... El joven director de la compañía llegó temprano a su oficina. Era uno de esos pretenciosos yuppies de pelo engominado y estudiada displicencia. Un amigo acompañaba al estirado ejecutivo. Cuando llegaron, una anciana mujer de pelo cano y pobre vestimenta fregaba de rodillas el piso del lugar. Pasaron junto a ella los juniores como si no la hubieran visto. El amigo del joven director le dice: "¿Por qué tienes a esa mujer aquí? Te afea la oficina". "Lo sé -responde el otro-. Créeme que la echaría a la calle si no fuera mi mamá"... Babalucas era mesero en un bar. Le pide un parroquiano: "¿Puedes traerme un whisky solo?". "Claro que puedo -responde con arrogancia el tonto roque-. ¿A poco para traer un whisky voy a necesitar ayuda?"... Es urgente que empiecen ya, cuanto antes, los trabajos de la nueva autopista entre Saltillo y Monterrey. Casi no pasa día sin que un accidente grave interrumpa la circulación en la actual vía, a veces durante cinco o seis horas. Al parecer la obra está detenida por diferencias entre la empresa constructora y un sindicato. Piensen los empresarios y los líderes que el retraso en el inicio de los trabajos se traduce en pérdidas materiales y -sobre todo- de vidas, y hagan lo posible por llegar a un justo acuerdo que permita, para bien de todos, que empiece ya la construcción de la nueva carretera... Dos amigos fueron a jugar golf el domingo por la mañana. Le cuenta uno a otro: "Anoche le hice el amor tres veces a mi esposa". "¿De veras? -se interesa el otro-. ¿Cómo hiciste para realizar esa proeza, que solamente los varones de Saltillo pueden consumar con naturalidad?". "Muy fácil -responde el amigo-. Le hice el amor una vez; y luego dormí un poco. Desperté; le hice el amor la segunda vez, y luego dormí otro poco. Le hice el amor la tercera vez. Entonces dormí toda la noche, y desperté hoy en la mañana sintiéndome muy bien". "¡Fantástico! -exclama con admiración el otro-. ¡Hoy mismo probaré el método con mi señora!". En efecto, puso en práctica con éxito la técnica que le reveló su amigo: tres veces le hizo el amor a su mujer. Cuando despertó por la mañana se dio cuenta de que había dormido demasiado: seguramente llegaría tarde a la oficina. En efecto, llegó un cuarto de hora después de la hora de entrada. Le dice a su patrón: "Perdone, jefe, estos 15 minutos de retraso". "¡Olvídate de los 15 minutos, desdichado! -rebufa el superior-. ¿Dónde estuviste el lunes, el martes y el miércoles?"... FIN.
