Chang y Eng eran hermanos siameses. Una mañana Chang le pregunta a Eng con disgusto: "¿Qué hiciste anoche? Me siento todo lacio, y muy cansado”...
El predicador estaba diciendo un sermón acerca de los temas sobre los cuales versan casi siempre los sermones de los predicadores: el pecado (con énfasis muy especial en los de la carne); el castigo (generalmente eterno), y la miserable condición de los humanos.
Casi una hora había hablado ya. (Como los predicadores hablan tanto de la eternidad, sus sermones muestran una franca tendencia hacia ella). Después de hacer un largo catálogo de los innumerables pecados que se pueden cometer, y de las terribles penas que aguardan a quienes los cometen, clama el predicador con sonorosa voz: "¿Qué más puedo decir, hermanos?”.
Se oye atrás una tímidamente voz que sugiere: "¿Qué tal: ‘Amén’?”...
Pepito lloraba con mucho desconsuelo. "¿Qué te pasa?” -le pregunta alarmada la maestra-. ¿Por qué lloras?”. Explica entre sollozos el chiquillo: "Es que cuando tuve apendicitis me quitaron el apéndice, ¡y ahora el doctor dice que tengo colitis!”...
El severo juez interrogaba al hombre acusado del delito de lesiones en agravio de su esposa.
Pregunta el juzgador al individuo: "¿Por qué golpeó usted a su mujer con una silla?”.
Responde el majadero: "Es que no pude levantar la mesa”...
Por fin el ginecólogo le confirmó a la recién casada la felicísima noticia: los análisis del laboratorio mostraban sin lugar a dudas que iba a ser mamá.
Toma ella el teléfono y muy emocionada llama a su marido, que estaba en la oficina. "¡Capronio! -le dice con exultación-. ¡Voy a tener un hijo!”.
Se hace un largo silencio.
Luego pregunta el tipo: "Perdón, ¿quién habla?”. (¡Mentecato! ¿Así arruinas el momento más dichoso en la vida de tu joven esposa? ¡No te tengo a la mano, perillán, si no te propinaba una serie de mamporros, tolondrones, capirotazos, molondrones, soplamocos, mojicones, cachetes, zurridos y guantadas! Eres un idiota)...
Himenia Camafría, madura señorita soltera, rezaba al pie del lecho sus oraciones de la noche: "Ángel de mi guarda, dulce compañía: si me consigues otra más dulce, ¡cuánto te lo agradecería!”...
Frase célebre: "Un hijo ha dejado de ser niño, y es adolescente, cuando ya no nos hace preguntas y se niega a contestar las que le hacemos”...
El agente de bienes raíces trataba de convencer a la muchacha de que comprara aquel departamento.
"El enganche es comodísimo -le decía-. Y si se pone usted lista seguramente encontrará después a alguien que le pague las mensualidades”...
Un borrachín llega a la farmacia. "Tengo un horrible dolor de cabeza -dice al encargado con tartajosa voz-. ¿Qué me recomienda?”.
El hombre, evocando experiencias semejantes, le ofrece una bolsa de hielo, y el borrachín la compra.
Media hora después llama por teléfono a la farmacia. "¡Esto es un fraude! -reclama enojadísimo-.
¡Ya me comí todos los cubitos, y el dolor de cabeza me sigue todavía!”...
El elegante lord inglés, algo achispado por las frecuentes visitas hechas a la botella de su whiskey favorito, fue presentado a la muchacha cuyo generosísimo escote dejaba ver sus opulentos encantos pectorales.
"Mucho gusto, milord” -dice la chica-.
Responde él haciendo una ceremoniosa reverencia: "Beso a usted las manos, señorita. Claro, como segunda opción”...
FIN.
