Los dos exploradores se cocían a fuego lento en el gran perol donde los habían puesto los caníbales. Uno de los antropófagos ponía la mesa y colocaba las bebidas. Le dice uno de los exploradores al otro: "Ahora sé sin lugar a dudas que son unos salvajes. ¡Vino blanco con la carne!"... Afrodisio Pitonier, hombre salaz y proclive a la concupiscencia de la carne, le hizo la consabida proposición indecorosa a una muchacha. Ella se indignó al escuchar la lúbrica solicitación. "¡Se equivoca usted, caballero! -le dijo con enojo al labioso galán-. ¡Yo no soy de las que se venden!". "¡Ah! -exclama Pitonier gratamente sorprendido-. ¿Significa eso que lo haces de gratis?"... Después de la intervención quirúrgica el médico le indica a su paciente: "No fume, no beba, no salga con amigos, no ande con mujeres". Pregunta el individuo desolado al escuchar tantas prohibiciones: "¿Hasta cuándo, doctor?". Responde el facultativo: "Hasta que acabe de pagarme la operación"... Un troglodita le da un garrotazo a otro en la cabeza y luego, estirándolo por los cabellos, lo arrastra hacia su cueva. Otro cavernario que veía aquello le dice a su mujer: "Y eso que todavía faltan 10 mil años para que se permitan las uniones gays"... Una muchacha le comenta a su papá: "En la escuela voy a cursar la materia de Educación Sexual". Dice muy preocupado el genitor: "Espero que los exámenes no sean orales"... Empezó la noche de bodas. Con tono evocador el anheloso novio le dice a su flamante mujercita: "¿Recuerdas, Susiflor, cómo nos conocimos?". "Sí -responde ella sonriendo con nostalgia-. Subí a aquel autobús que iba lleno, y tú me diste tu asiento". "Bien -dice el muchacho-. Creo que ha llegado el momento de que ahora tú me des el tuyo"... Hay demasiados cotos de poder en México que impiden su modernización y avance. Se asemeja el país a un pastel cuyas tajadas se han repartido algunos, con mengua para el interés de la comunidad. Tiene que haber una revolución política que haga que el bien colectivo prive sobre los egoísmos particulares. Todo debe ser para todos, pues de otra manera puede venir un cambio por el cual nada sea para nadie. (Pido un momento a fin de meditar sobre esta última frase, merecedora de ser inscrita en bronce eterno o mármol duradero... He acabado ya de meditar. Prosigo). En vez de producir gobiernos fuertes, como fruto que son de la voluntad popular, la democracia está generando gobiernos débiles que se ven obligados a hacer concesiones excesivas -las hechas a la señora Gordillo son un ejemplo de esto- si quieren llevar a cabo su función. Fortalezcamos la democracia, para que ésta a su vez pueda fortalecer a los gobiernos emanados de ella. Si no lo hacemos se darán condiciones objetivas y subjetivas para que llegue al poder -ahora sí- un gobierno autoritario, de mano dura, que haga por la fuerza lo que no pudimos hacer por medio de la libertad. (El solo pensamiento de que eso pueda suceder me ha provocado una grave conmoción. Mírenme: estoy sudando; tengo palpitaciones en las sienes y un ominoso calosfrío me recorre la espina vertebral. Eso me pasa por andar orientando a la República)... Minucio Maldotado contrajo matrimonio. La noche nupcial salió de la ducha y dejó caer ante su novia la bata de terciopelo azul que lo cubría. Ella lo ve por primera vez al natural y luego hace una propuesta que dejó asombrado al novio. Le dijo: "Vamos a un estudio fotográfico que vi cuando veníamos al hotel". Pregunta él, estupefacto: "¿Para qué vamos a ir a un estudio fotográfico?". Responde la muchacha. "Vi ahí un letrero que decía: ‘Se hace todo tipo de trabajos de amplificación’"... FIN.
