No cabe duda: el PRD es un lobo cubierto con piel de lobo. Eso de ir a la embajada de Venezuela a celebrar el cierre de Radio Caracas Televisión y su apoderamiento por el régimen dictatorial de Chávez, muestra el talante autoritario, estatista, contrario a la libertad y a los derechos de la persona humana que tienen los dirigentes perredistas. Ciertamente los poderosos consorcios de la televisión suelen incurrir en excesos condenables. Lo estamos viendo en la persecución que se ha desatado contra Javier Corral y los demás opositores a la ley que en México favorece a esos grupos. Pero a tales excesos no se ha de responder con la ilegalidad, sino con la ley. Por eso ésta no debe ser hecha a la medida de los intereses de las empresas, sino mirando al bien de la comunidad nacional. Los propios consorcios deberían ser los primeros interesados en ser regidos por una ley justa, pues a la larga una mañosa legislación emitida de prisa y con torpeza para favorecerlos puede traer consecuencias como las que ahora se están mirando en Venezuela. Quienes ven las barbas de RCTV cortar deben poner las suyas a remojar, y no exponerse a perderlo todo por haber querido ganarlo todo... En la clase de Español la maestra hablaba acerca del sujeto de la oración. "Vamos a ver -pregunta-. En la oración: ‘Clorilia está gozando’, ¿dónde está el sujeto?". Responde sin vacilar Pepito: "¡Arriba de Clorilia!"... Sentado frente al televisor, el tipo en camiseta le dice a su señora: "Tráeme una cerveza, antes de que empiece". Poco después repite la demanda: "Tráeme otra cerveza, antes de que empiece". No pasó mucho rato sin que el sujeto renovara la misma petición: "Tráeme una cerveza más, antes de que empiece". Entonces sí estalla la señora. Le grita al haragán hecha una furia. "¿Eso es lo que vas a hacer toda la tarde? ¿Estarte sentadote ahí bebiendo cerveza tras cerveza y viendo un estúpido juego de futbol?". Suspira entonces el sujeto y dice con voz de pesadumbre: "Ya empezó"... El pueblo donde vivía Babalucas se llamaba, claro, Babia. Un día el badulaque fue a la ciudad y entró en una tienda de departamentos. Le dice al dependiente: "Quiero esa televisión que está en el aparador". Responde el dependiente: "Lo siento. No les podemos vender a los de Babia". Fue Babalucas, se disfrazó para no ser reconocido y regresó a la tienda. "Quiero esa televisión que está en el aparador". "Lo siento -vuelve a decir el encargado-. No les podemos vender a los de Babia". Otra vez sale el tonto roque y se pone un disfraz más consumado aún. Regresa y pide nuevamente: "Quiero esa televisión que está en el aparador". "Por última vez le digo -insiste el dependiente-. No les podemos vender a los de Babia". Pregunta irritado Babalucas: "Bueno: ¿cómo sabe usted que soy de Babia?". Replica el encargado. "Porque lo que está en el aparador no es una televisión: es un horno de microondas"... Mañana saldrá a la luz aquí "El chiste más rojo, más breve y de más dudoso gusto en todo lo que va del año", prohibido de consuno por la Liga de la Decencia y la Pía Sociedad de Sociedades Pías. Léanlo mis cuatro lectores, pero no posen en él la vista las personas con pruritos de moralidad...Viene en seguida otro relato también de contenido escandaloso. Esas personas que dije, con escrúpulos, harían bien en suspender aquí mismo la lectura... Le dice ella a él con duro acento: "Nunca te perdonaré lo que me acabas de obligar a hacer, Libidio. No quiero verte más. Aléjate inmediatamente de mi vista". "No puedo" -responde él. "¿Por qué? -pregunta ella cambiando de tono y actitud-. ¿me amas demasiado, por eso no te puedes ir?". "No -responde él-. Lo que sucede es que tu arete se atoró en mi zipper". (No le entendí)... FIN.
