Anuncia la señora a su marido: "-Hallé en el otro closet una falda que no uso desde hace cuatro años. Me la voy a poner”. "-¿Crees que te quede?” -pregunta el esposo un poco escéptico-. "-Eso es lo que me propongo averiguar” -responde ella-. Poco después dice la señora desde la otra habitación: "-¡Ya me puse la falda!”. "-¿Te quedó?” -pregunta el marido-. "-Un poco apretada -contesta la mujer-. Ahora voy a ver qué me pongo en la otra pierna”... Babalucas se metió a ladrón, y junto con un compañero entró cierta noche en una relojería. Los dos empezaron a embolsarse relojes. "-¿Qué haces allá? -pregunta su amigo a Babalucas-. De este lado están los relojes más finos”. "-Sí -replica Babalucas-. Pero éstos están en oferta”... El arquitecto mostraba a doña Popilia, nueva rica, la elegante mansión que le había construido. Al pasar por el jardín pregunta ella: "-¿Qué es esto?”. "-Es un reloj de sol -le informa el arquitecto-. La aguja proyecta su sombra sobre las líneas en la piedra, y así señala la hora”. "-¡Carajo! -exclama doña Popilia boquiabierta-. ¡Lo que están inventando ahora esos caones gringos!”... El señor de 90 años va con el médico. "-¿Fuma usted?” -le pregunta el doctor-. "-’Sí”. "-¿Bebe?” "-Sí”. "-¿Come fuerte?”. "-Sí?”. "-¿Se desvela?”. "-Sí”. "-Mire, señor -dice entonces el galeno-. Si fuma, bebe, come en exceso y se desvela va a acortar sus días. Y créame que lo que le digo es cierto”. "-Ha de ser -responde el anciano-. Lo mismo me dijo otro doctor hace 50 años”... Aquel individuo era muy agarrado. Una vez, rarísimo milagro, llevó a su esposa al cine. A media función le pregunta ella: "-¿Qué te está pareciendo la película, Avaricio?”. "-¡Pésima! -contesta el hombre-. Vamos a tener que verla dos veces para desquitar el dinero”... Anfisbena, cantante fea y flaca, fue con un agente de espectáculos y le interpretó una canción. "-¿Qué le pareció?” -le pregunta al final-. Contesta el hombre: "-Me recuerda usted a un canario”. "-¿Por mi voz?” -pregunta ella halagada-. "-No -contesta el individuo-. Por sus piernas”... En la cena de Año Nuevo la señora de la casa pidió a uno de los invitados, que era locutor, que dijera la acción de gracias. El locutor inclina la cabeza y dice reverente: "-Esta cena, amigos, ha llegado a ustedes por cortesía de nuestro gentil patrocinador, Dios Todopoderoso. Esperamos verlos en otra más como ésta. ¡Muchas gracias y hasta la próxima!”... Don Medrosio y su tremenda esposo Gorgolota iban por el campo. La noche era preciosa; el cielo estaba tachonado de estrellas. "-¡Caray! -exclama don Medrosio conmovido-. ¡Cuando contemplo la infinita vastedad del universo me doy cuenta de lo insignificante que somos los humanos!”. "-Es cierto -contesta doña Gorgolota-. Y más tú”... El predicador hablaba a los niños de cómo Dios se hizo hombre con la llegada de Jesús al mundo. Para saber si habían entendido la enseñanza pregunta a uno de ellos: "-¿Verdad, Pepito, que Dios fue un hombre como yo?”. "-Oh, no, señor -responde apurado el tremendo infante-. El se portaba bien”... En un restaurante norteño el cliente pidió machacado con huevo. "-¡Oiga! -dice llamando al propietario-. La carne tiene un sabor raro”. "-No lo creo” -responde el individuo-. "-Pruébela -dice el otro-. Le apuesto que le notará algo”. "-No, gracias -contesta el dueño de la fonda-. Jamás le apuesto dinero a un caballo”... FIN.