Don Algón, salaz ejecutivo, le dice a su nueva secretaria: "Ahora que va a ser mi asistente, señorita Rosibel, dedique la tarde de hoy a comprar los artículos de oficina que vamos a necesitar: papel, lápices, clips, píldoras anticonceptivas...”... Pepito no se apartaba de su hermana y del novio de la chica. Le dice el impaciente galán: "Te doy 10 pesos si te vas y nos dejas solos”. Responde Pepito: "Y yo te doy 50 si me dejas quedarme a ver lo que hacen”... El marido llegó con un amigo a su casa. Llama a su curvilínea y exuberante esposa y le dice: "Nalgarina: quiero pedirte un favor muy especial: desvístete”. "¡Pero, Pitorro! -se asombra ella-. ¡Delante de tu amigo! ¿Por qué me pides eso?”. Explica él: "Quiero que el imbécil te vea bien, para que ya no ande diciendo que me casé contigo por tu dinero”... La libidinosa viejita salta apresuradamente de la cama y le dice a su galán al tiempo que se metía en el ropero: "¡Rápido, ponte la máscara de lobo, que ahí viene Caperucita!”... La hija de don Poseidón, granjero acomodado, invitó a comer a su novio y a los papás del chico. A la hora del café el rudo señor de la casa se levantó y dijo: "Huele a estiércol de vaca. Voy a cerrar la ventana”. La chica se apenó mucho por esa salida de tono. Cuando se fueron las visitas le dice a su mamá: “A ver si le enseñas a mi padre a decir ‘fertilizante’ en vez de ‘estiércol”‘. "¡Anda! -responde la mamá-. ¡Tardé 20 años en lograr que dijera ‘estiércol’!”... Aquel señor regresó de la convención de vendedores con un grave remordimiento de conciencia. Le dice a su mujer: “Camalia: debo confesarte algo. Ahora que fui a la convención estuve con una mujer”. "¡Ay, Astilio! -exclama ella, gemebunda-. ¿Por qué no hiciste lo que yo, que en tu ausencia estuve con puros hombres?”... Himenia Camafría, madura señorita soltera, recibió en su departamento a don Autumnio, maduro caballero. Lo hizo tomar asiento; le sirvió una copa y le dijo: "Tenga usted mucho cuidado, amigo mío, con ese sillón en donde está sentado. Si le aprieta el botón secreto que tiene abajo del brazo izquierdo, automáticamente disminuirá la intensidad de la luz de la habitación; el estéreo empezará a tocar música romántica, y el sillón se convertirá en cama”... Simpliciano, infeliz joven, tenía apenas unas cuantas semanas de casado. Cierto día llegó a su casa inesperadamente y sorprendió a su todavía flamante mujercita en la compañía de un desconocido. "¿Por qué me haces esto, Facilisa?” -pregunta desolado. “Pero, Mitracio -responde ella-, recuerda que hace una semana te dije que muy pronto seríamos tres, y eso te dio mucho gusto”... Las amigas de la recién casada le preguntan llenas de curiosidad: "¿Cómo te fue en la noche de bodas?” . "Muy mal -responde ella con tristeza-. Se me ocurrió decirle a Sinesio que era virgen, y se pasó toda la noche rezándome”... Doña Chichornia platicaba con tres amigas. Les dice: “En la víspera de casarme con mi esposo le hablé de todos los hombres que hubo en mi vida antes que él”. Dice la primera amiga: “¡Qué honestidad!”. Dice la segunda: “¡Qué valor!”. Y dice la tercera: “¡Qué memoria!”... Un muchacho le cuenta a su tío: “Puedo escoger entre dos mujeres para casarme. La primera es una viuda rica, pero poco atractiva. La otra es una chica pobre, pero muy linda y que me gusta mucho. ¿A cuál de las dos debo escoger”. Responde sin vacilar el tío: “A la muchacha pobre. Sigue el impulso de tu corazón”. “Así lo haré” -dice el sobrino. Pregunta el tío entonces. “A propósito: ¿cuál es el teléfono de la viuda rica?”... El marido llegó a su casa y encontró a su esposa toda despeinada y con las ropas en desorden. Le pregunta asustado: “¿Qué te sucedió?”. Responde ella. “Vino el hombre ése que te vende billetes de lotería. Cuando le dije que no estabas se abalanzó sobre mí y me hizo objeto de sus bajas pasiones”. Inquiere el marido lleno de ansiedad: “¿Y no te dijo si me saqué algún premio?”... FIN.