Don Algón no podía encontrar su pluma fuente. Una secretaria le dice: "Creo, señor, que la trae en la oreja". El ejecutivo retira el objeto que traía ahí. No era su pluma: era un tampón para la higiene femenina. "Comuníqueme con mi esposa -le pide don Algón a la muchacha-. Debo informarle dónde está mi pluma"... Benny Shlemiel viajó a Tierra Santa con su mujer y la mamá de ella. En Jerusalén a la suegra se le ocurrió morirse. De inmediato Benny pidió que el cuerpo de la difunta fuese enviado de regreso a los Estados Unidos. "Eso sería muy costoso -le advierte el empresario de pompas fúnebres-. Saldría más barato enterrar a la señora aquí". "¡De ninguna manera! -rechaza Benny con determinación-. He oído decir que hace 2 mil años sepultaron aquí a un hombre y resucitó al tercer día. ¡No puedo tomar riesgos!"... Los caníbales irrumpieron en una aldea donde estaba un circo y se comieron al payaso. Al terminar el festín le dice uno de los antropófagos a otro: "No sé si lo notaste, pero tenía un sabor medio chistoso"... Afrodisio vio en el bar a una hermosa mujer, y le invitó una copa. Ella aceptó. Luego aceptó una segunda copa, y otra, y otra. Al ver que el panorama se presentaba favorable el salaz individuo invitó a su nueva amiga a ir con él a su departamento. "Perdóname -declina ella la invitación-, pero me he propuesto no hacer el amor hasta que halle al hombre correcto". Afrodisio se conmovió sinceramente. Le dice a la mujer. "¡Te felicito! ¡Qué hermoso propósito es ése!". Responde ella: "Pues te diré: a mi marido no le gusta"... Una señora se presentó ante el juez. "Quiero divorciarme de mi esposo -dijo-. A mí me gusta dormir en cama de agua, y a él no le gusta cortarse las uñas de los pies"... El diccionario de mamá Academia es muy conciso y claro cuando define la palabra "rastacuero". Dice: "Persona inculta, adinerada y jactanciosa". No es bueno motejar a nadie, pero esos tres adjetivos cuadran bien a las dos personas a quienes padecimos como "pareja presidencial" en el sexenio que pasó. Eso de pretender que a Fox se le siga llamando "presidente"; eso de anunciar la señora su matrimonio religioso -¿y de blanco?-; eso de imitar el señor a los ex mandatarios norteamericanos y hacer su propio mausoleo; todo eso cabe en la definición de "rastacuero". Mera anécdota serían tales chabacanerías si no es porque quienes se fueron parecen empeñados en poner piedras en el camino del que llegó, y con sus ires y venires, sus desplantes, sus actitudes y declaraciones, estorban el trabajo de quien a pesar de ellos ganó la Presidencia. En este caso hablamos ya de daños reales causados al País, no sólo antes, sino también ahora. La mencionada pareja debería preguntarse si no se está convirtiendo en una lacra pública, y procurar vivir más en lo privado... Aquel muchacho y su novia pertenecían a una secta fundamentalista. Se iban a casar, y fueron con el guía espiritual a hacerle una pregunta: "¿Podremos bailar el día de nuestra boda?". "¡No! -se escandaliza el predicador-. ¡El baile es una abominación que conduce al infierno!". El novio se inquietó. Preguntó, temeroso: "¿Y podremos hacer el amor?". "Eso sí -concede el predicador-. El amor es la fuente de la vida". Inquiere el muchacho: "Pero ¿podremos hacerlo en diferentes posiciones?". "No veo inconveniente" -autoriza el hombre. "¿Yo arriba de ella?". "Sí". "¿Ella arriba de mí?". "Sí". ¿Yo sentado en una silla?". "Sí". "¿Ella acostada en una mesa?". "Sí". Pregunta el muchacho: "¿Y los dos de pie?". "¡Los dos de pie no! -exclama el predicador lleno de espanto-. ¡Parecería que están bailando, y el baile es una abominación que conduce al infierno!"... FIN.