Tres amigas intercambiaban confidencias sobre el comportamiento de sus respectivos maridos en la cama. Dice la primera: "El mío es publirrelacionista. Antes del acto me regala flores y chocolates. Eso me vuelve loca. "Mi esposo -comenta la segunda- es masajista. Antes del acto me da un masaje sensual y voluptuoso. Eso me vuelve loca". Y dice la tercera: "Mi marido es publicista. En vez de hacer el acto se la pasa diciéndome lo bueno que va a ser cuando lo hagamos. Eso me vuelve loca"... Los esposos salieron a cenar. En el restorán vieron a un ebrio que bebía copa tras copa de licor. "Es mi ex marido -dice la mujer-. Se ha dedicado a beber desde que lo dejé, hace cinco años". "¡Caramba! -exclama el esposo con admiración-. ¡No sabía que alguien pudiera celebrar durante tanto tiempo!"... La muchacha le anunció a su mamá que iba a salir con su novio. "Ya sé lo que sucederá -declara la señora-. Te invitará una copa; luego te llevará a su departamento, te arrancará el vestido con violencia y te hará el amor salvajemente". La muchacha se inquieta: "¿Qué debo hacer, mamá". Responde la mujer: "Lleva un vestido viejo"... La Comisión Federal de Electricidad acaba de remediar una injusticia que clamaba al cielo. He aquí que en Coahuila los pequeños y medianos productores de carbón recibían por su producto un precio inferior al que se paga a las grandes compañías extractoras del mineral. Eso daba lugar a irregulares situaciones: algunas de esas grandes empresas se volvieron revendedoras, pues les convenía más comprar el carbón al bajo precio que se pagaba a los pequeños productores, y venderlo luego al precio más alto que ellas percibían, que dedicarse a extraerlo por sí mismas. La importancia social de los pequeños y medianos productores es muy grande, pues dan empleo a un número de trabajadores mayor que aquel que emplean las grandes compañías, altamente mecanizadas. Más de 5 mil mineros laboran en las operaciones de aquellos productores. Después de años de esfuerzos se consiguió por fin que desapareciera ese absurdo trato discriminatorio para ellos. Estuve el otro día en Nueva Rosita, centro cordial de la región carbonífera en mi natal Coahuila, y el ingeniero Fernando Mendoza, presidente de la Unión que reúne a los pequeños y medianos productores compartió conmigo la alegría que el buen arreglo con la Comisión ha motivado entre esos laboriosos coahuilenses. Si el Presidente Calderón y el Gobernador Moreira visitaran ahora la región carbonífera serían recibidos gratamente, lo mismo que los directivos de la CFE y el secretario de Fomento Económico de Coahuila, Jorge Alanís Canales, cuyo apoyo fue definitivo en la tarea de conseguir un justo trato para los mineros. Una recomendación haría yo a los visitantes: cuando lleguen a Nueva Rosita hospédense en el precioso Hotel "Rosa de Oro", de don Antonio Nerio y su familia, un hotel a la altura de las grandes ciudades del mundo: Londres, París o Roma. A la altura incluso de Saltillo... Un tipo salió a comprar cigarros. En la tienda vio a una guapa mujer que le sonrió en forma provocativa. La siguió a su departamento y ahí pasó con ella un agradable rato. Y largo, pues cuando vio el reloj era ya la una de la madrugada. Le dice a la mujer: "¿Tienes un poco de talco?". Ella lo trae; el tipo se lo echa en las manos y luego se va a su casa. Cuando llegó encontró a su esposa hecha un basilisco. "¿Dónde andabas?" -le pregunta, furiosa, la mujer. Responde el individuo: "Fui a comprar cigarros. En la tienda vi a una guapa mujer que me sonrió en forma provocativa. La seguí hasta su departamento, y ahí pasé con ella un agradable rato". "¡Mientes! -rebufa la señora viéndole las manos-. ¡Te fuiste a jugar boliche con tus amigotes!"... FIN.