En el campo nudista le pregunta él a ella: "¿Por qué bajas la vista cuando te digo que ansío tenerte entre mis brazos?". Responde ella con timidez: "Para ver si es cierto"... (No le entendí)... Miss Sheila Kill, ya lo sabemos, es detective, discípula del Padre Brown. En la fiesta de Scotland Yard el inspector Prissy le propuso este curioso enigma: "Dos hombres de letras y un matemático llegaron al mismo tiempo al Cielo. San Pedro, portero de la morada celestial, les dijo que los dejaría entrar sólo si respondían bien a la cuestión que a cada uno le iba a proponer. Llamó al primer hombre de letras y le dijo sencillamente: "Ocho". Respondió sin vacilar el hombre: "Cuatro". "Puedes entrar" -manifestó San Pedro. Llamó al segundo hombre de letras y le dijo sin más: "Catorce". Contestó el otro prontamente: "Siete". Y dice el de las llaves: "Puedes entrar también". Enseguida San Pedro llamó al matemático y le dijo: "Diez". Pensó el matemático que la respuesta a la cuestión se obtenía simplemente dividiendo entre dos el número propuesto por San Pedro. Así habían hecho sus compañeros. Respondió entonces con aire de seguridad y suficiencia: "Cinco". San Pedro le dijo: "No puedes entrar. Te equivocaste". La pregunta es: ¿por qué San Pedro permitió que entraran al Cielo los hombres de letras y dejó fuera al matemático? Miss Sheila Kill nos dará la respuesta al final, y explicará el enigma... Siempre hay motivos para la esperanza. Cuando todo es tiniebla en torno nuestro el amor y la fe encienden una luz. Estos días han sido de calamidades. A los males causados por los hombres se han sumado desastres naturales que trajeron consigo ruina y desolación. En medio de ese sombrío paisaje, sin embargo, es dable hallar acciones buenas que fortalecen el ánimo e incitan a proseguir el camino. Una de esas buenas acciones se verá hoy en Monterrey. He aquí que en la Universidad Tecnológica de Santa Catarina se gradúa una primera generación de alumnos. El hecho no tendría nada de extraordinario si no es porque todos los estudiantes que recibirán sus títulos son sordos. Cursaron la carrera de Informática, y los más de ellos tienen trabajo ya, según me ha dicho el contador José Cárdenas Cavazos, encargado de la rectoría de esa institución que tanto bien hace a sus alumnos. Un orador huésped tendrá la ceremonia: Natividad González Parás, gobernador de Nuevo León. El admirable ejemplo de aquellos estudiantes, su tesón, su fortaleza ante la adversidad, hablan de una voluntad que no se rinde, y que por eso vence todos los obstáculos. En su graduación los egresados "cantarán" el Himno a la Alegría en el lenguaje de los sordomudos. Pocas veces, creo, las palabras a las que Beethoven puso música tendrán tanta plenitud... La muchacha que se iba a casar le pidió a su mamá que le dijera cómo podía dar gusto a su marido. La señora empezó a darle algunos consejos sobre el comportamiento en la recámara. "Todo eso ya lo sé, mami -dice con impaciencia la muchacha-. Lo que quiero que me digas es cómo darle gusto en la comida"... He aquí la respuesta que Miss Sheila Kill dio al enigma que le propuso el inspector Prissy. Los dos primeros hombres del relato eran hombres de letras. Cuando San Pedro les dijo un número, contaron las letras que había en el nombre de ese número. Ocho tiene cuatro letras. Catorce tiene siete. Por coincidencia la cantidad de letras en el nombre equivale a la mitad de cada número que dijo el portero celestial. El matemático abordó el problema en modo matemático, y respondió dividiendo su número entre dos. Se equivocó. Este enigma me lo propuso mi nieto Rafa, de 12 años. A pesar de que no soy matemático no di con la respuesta. Y yo, que me siento en el Cielo cuando estoy con mis nietos, tampoco pude entrar en el cielo que prometía la adivinanza... FIN.