Le pregunta un tipo a otro: "¿Has visto a Tilicio? Me dicen que está muy flaco”. "Sí lo he visto -replica el otro-. Y, en efecto, está muy flaco. Tan flaco que su esposa nada más le puede poner un cuerno”... Le informa la robusta señora a su marido: "Voy a tomar un baño de tina, Belerino”. "Cómo no, Sebilia -responde él-. No más déjame primero engrasar los lados de la tina, para que luego puedas salirte”... Le faltaron las fuerzas a la muchacha que nadaba lejos de la playa, y comenzó a hundirse en las revueltas olas del mar. El joven y guapo salvavidas que escuchó sus gritos de auxilio se lanzó al agua, y nadando con presteza llegó hasta ella y la tomó en sus brazos. "¡Caramba! -exclama-. ¡Es usted la tercera mujer a la que hago el amor y que salvo de perecer ahogada!”. "¡Oiga! -se sorprende la muchacha-. ¡Yo no he hecho el amor con usted!”. "Y yo todavía no la saco” -replica con cachaza el salvavidas... Aquel pacífico señor iba por la calle cuando escuchó un fuerte vocerío. Sucedió que un loco furioso había escapado del manicomio. Al voltear la esquina el señor se topó con el orate, que fue hacia él y empezó a perseguirlo. Inútilmente trató el infeliz transeúnte de escapar: el loco lo seguía cada vez más de cerca; le pisaba ya los talones. El otro apresura la carrera y se mete por un callejón. ¡Horror! ¡Era un callejón sin salida! El loco se aproxima paso a paso. El pobre hombre, aterrorizado y de espaldas contra la pared, lo ve venir. Llega el loco, le pone la mano en el hombro y le dice con una sonrisa de triunfo: "¡Encantado!". (¡Y date de santos, señor transeúnte! ¡El loco pudo haberte dejado encantado en otra forma!)... Un ufo, ovni o platillo volador llega a la Tierra proveniente de Marte. Dos pequeños seres descienden de la nave en la calle de una ciudad, y uno de ellos, viendo los estacionómetros, exclama jubiloso: "¡Mira, Wbtzgr! ¡Qué bien están las hembras de este planeta! ¡Son altas, delgadas, y cobran 2 pesos la hora!”... Dos cosas me pregunto. La primera: ¿estaremos preparados los mexicanos para hacer frente a una amenaza como la que se abatió sobre Venezuela, el populismo caudillista? Se habla de que en ese país hermano se ha instaurado una “dictadura democrática”. Esa expresión es aberrante. Los conceptos de democracia y dictadura se contraponen uno a otro de tal modo que no pueden coexistir. A veces tengo noches de duermevela. Muy pocas, por fortuna, pues suelo dormir como un adolescente. (No es que tenga la conciencia tranquila, lo que pasa es que me hago indejo). Pues bien: en esas noches me desvelo pensando que el fantasma del caudillismo demagógico no se ha disipado aún en nuestro país, y que sigue al acecho en espera de tomar el poder. Con esto que digo no pretendo en modo alguno desvelar a la República, cuyo sueño respeto grandemente. Me limito a señalar un hecho. La segunda cosa que me pregunto es la que sin cesar me agobia: ¿cuál es la capital de Dakota del Sur?... Decía una señora: "-Mi esposo se parece a los gallos viejos". "¿Cómo son los gallos viejos?" -le preguntaba una amiga. Y decía la señora: "Nada más se les suben a las gallinas para que los paseen"... Muy triste les decía un señor a sus amigos: "Hace 30 años me enamoré de unos ojos profundamente verdes con fúlgidos destellos de pasión. Mi grave error consistió en haberme casado con todo lo demás"... La curvilínea muchacha de ubérrimos encantos llega a la elegante tienda y le pregunta a la encargada: "¿Tienes un abrigo de mink que combine?". "Que combine ¿con qué? -pregunta la dependienta. Responde la muchacha: "Con un viejo ricachón feo, chaparro, panzón y calvo"... FIN.
