El granjero invitó a desayunar a su vecino, granjero como él. La señora de la casa, para lucirse, preparó un omelette de queso, pero el único queso que tenía era un Limburger fuerte y de muy recio aroma. Prueba el platillo el visitante y dice en voz baja a su anfitrión: "-Oye: cuida a tus gallinas. Se me hace que se las está fornicando un zorrillo"..."... Lloraba inconsolable aquel señor en el velorio de su esposa, y un hilo de saliva le apareció en los labios. "-Compadre -le indica uno-. La baba". "-¡Y también planchaba muy bien, compadre!" -rompe en sollozos el afligido viudo-... Cosa de mucha risa son a veces nuestros diputados. Dan la impresión de que no se toman en serio, ni toman en serio su función. Pondré un ejemplo: estudian la Ley General para el Control del Tabaco, pero mientras eso hacen muchos de ellos fuman como chacuacos. (El chacuaco, ya se sabe, es la chimenea de los ingenios o de las casas de calderas, de ahí esa expresión popular). Nada menos el otro día la presidenta de la Cámara, Ruth Zavaleta, se vio en la necesidad de amonestar severamente a los legisladores, muchos de los cuales despiden humo como locomotoras a lo largo de las sesiones, pese a que fumar está prohibido en el recinto parlamentario. Ahí el aire se corta con tijeras, pues el ambiente está más enrarecido que la elección del PRD, y sin embargo los diputados hicieron el mismo caso de su presidenta que Bush ha hecho de mí las repetidas veces que lo he exhortado a sacar sus tropas de Iraq. El acto de fumar es ya mal visto, pues se conocen los letales efectos del tabaco, y la cercanía con un fumador no sólo es cosa incómoda, sino también riesgosa. No lo digo para incomodar a los fumadores; ellos están conscientes de los riesgos que asumen al fumar. Lo digo para que por favor procuren satisfacer ese hábito en modo y en lugar que no atenten contra el derecho de los demás a estar en un ambiente libre de esa peligrosa contaminación que es el humo del cigarro. El tabaco ha matado más gente que todas las guerras del mundo puestas juntas. Por fortuna va desapareciendo ya esa lacra, y cada vez se ven menos fumadores. Quienes aún fuman, y arriesgan por tanto su salud y la de los suyos, pueden hacerse, ahora que el año está por terminar, el buen propósito de año nuevo de liberarse de esa nociva esclavitud... Le pregunta una señora a otra: "-¿Qué tal te ha salido la cama de agua que compraste?". "-Pues te diré -responde la otra-. Con este marido que tengo es como haber comprado un pedazo del Mar Muerto"... Iba en el autobús un mariconcito. Suben dos muchachos muy apuestos. Dice uno al otro: "-¡Caray, estas noches de invierno me ponen muy romántico! ¡En estos momentos me siento tan amoroso que sería capaz de besar a una vaca!". Desde el fondo del autobús hace el mariconcito: "-¡Muuu!... "... El padre de familia oyó en la recámara de su hija grandes suspiros, acezos y ayes contenidos. Abrió la puerta y ¡oh sorpresa! la vio en brazos de apuesto galán que cumplidamente se holgaba con la chica. "-¿Qué es esto?, Susiflor?" -pregunta el señor con voz airada. Explica la muchacha: "-En el jardín hallé una ranita. Me habló y me pidió que la trajera a mi cama. Aquí me pidió que le diera un besito, y cuando le di el besito se convirtió en este hermoso príncipe". "-¡Descarada! -clama el señor con iracundia-. ¿Esperas que crea semejante cuento?". "-Papi -replica Susiflor con ofendida dignidad-. Cuando tú me lo contaste yo te lo creí"... FIN.