LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR VA EN AUMENTO.
Los padres que fueron maltratados suelen repetir el esquema y maltratar a sus hijos, se trata de gente que debe recibir ayuda clínica.
EL UNIVERSAL
Ningún niño debe ser maltratado, no hay nada que merezca que sea sometido a castigos físicos o sicológicos que le dejen traumas para toda la vida. Es cierto que todavía son muchos los padres que creen que un golpe o una grave amenaza es parte de la educación del menor, nada más falso, cuando lo mejor es la buena comunicación.
Es un hecho que el Síndrome del Niño Maltratado es un alarmante problema de salud pública en México y en sus orígenes están factores como ser hijos de padres que fueron maltratados en su infancia, vivir en un ambiente disfuncional: con problemas de pareja, de alcoholismo u otra adicción. Influye igualmente que el pequeño sea fruto de un embarazo no deseado.
Existen pequeños que son maltratados por padres, hermanos mayores, tíos, abuelos e incluso maestros, pero no hay estadísticas sobre la profundidad del fenómeno, pues como dice el pediatra José Jesús Cruz: "desafortunadamente en la mayoría de los casos el maltrato infantil es ocultado o se registra como accidente, por lo que es difícil tener estadísticas fidedignas, aunque se sabe que la violencia intrafamiliar va en aumento".
Número negros
Muchos de los castigos parecen haber sido causados por verdaderos torturadores. De acuerdo con el especialista, un 30% de las lesiones que sufren los pequeños son por traumatismos, la mayoría en la cabeza; 20% quemaduras con cigarrillos, la plancha o líquidos calientes. El resto son lesiones de distintos tipos de maltrato.
Hay maltrato sofisticado como el Síndrome de Muchausen, abuso infantil en el cual uno de los padres induce en el niño síntomas reales o aparentes de una enfermedad que no existe, de tal forma que siempre está buscando atención médica innecesaria. El Síndrome del Niño Sacudido es otra y se da en niños menores de un año, los padres -por desesperación, al tratar de callarlo- lo sacuden o lo avienta a la cama, lo cual puede ocasionar hemorragias cerebrales o de la retina y provocar daños irreversibles, debido a que el cráneo aún es muy frágil.
El doctor Jesús Cruz dice que hasta 30% de los niños hospitalizados por maltrato y que regresan al seno familiar tienen alto riesgo de muerte, ya que los padres vuelven a golpearlos, pero con más coraje e ira. Algo difícil de creer es que entre más pequeño es el niño, más frecuente es el maltrato. A partir de los de los cinco años de edad puede defenderse un poco y comunicarse.
El maltrato, añadió, es una de las principales causas por las que el infante abandona el hogar y se convierte en niño de la calle. Es común que las víctimas al ingresar a la escuela sean introvertidas, muy calladas, evadan la mirada e inclusive son resistentes a fuertes castigos debido a que ya tienen tolerancia al miedo y dolor.