EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Deambular nocturno

Relatos de andar y ver

Ernesto Ramos Cobo

A veces –nocturno— camino en soledad al abandonar mi oficina.

No es solamente el cubo de luz –ya obscuro—, ni las frías tuberías expuestas.

No es eso tío.

Ni es esa familia del portero –arrinconada entre las sombras—, que comparte una de esas cocinas a las que nadie acude sin respirar antes.

No es eso, tío… es otra cosa.

A veces, ya en mi auto, ocurre detenerme de súbito ante el tráfico, obtuso y duro, con luces rojas que cuelgan del semáforo cegando un tanto, por largos minutos, hasta que un claxon trasero –insistente e insensible—, se encarga de despertarme de pronto.

¿Por qué pasan estas cosas, tío?

¿Por qué ese calvo –en el auto contiguo—, cuando voltea, lo hace con una mirada perdida, casi dolorosa, como si le pesaran (también) esos tres semáforos próximos?

¿Dónde está el sentido tío? ¿Hacia dónde acelerar?

Pareciere todo estar sembrado de desconciertos. Las calles oscuras, desiertas en tramos, el tocacintas inservible.

Pareciere no haber oportunidad de nada, ni de poner a My Way a resonar en las bocinas, y acelerar en libertad hacia un horizonte de ojos azules.

En casa hay un pasillo largo, tío.

A veces –nocturno— arribo a casa, a la soledad de los niños ya dormidos, a la soledad de sus pelos húmedos, de un hueco apenas calentándose, rastro de agitación reciente, de agitación apagada.

Es entonces que algo obliga –tal vez— sólo a inclinarme, brevemente, esperando el mañana de sus ojos abiertos. Esperanzadoramente.

¿Por qué pasan esas cosas, tío?

Sabemos, —intuimos— que hay algo allí… ¿no es cierto?

ramoscobo@hotmail.com

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 320027

elsiglo.mx