George W. Bush saluda desde la puerta del Air force one a su llegada a Sydney, Australia, donde participará en el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y reiterará su compromiso con Asia. (EFE)
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llegó a una Sidney lluviosa y tomada por la policía para participar en la cumbre económica Asia-Pacífico, donde se espera que continúe el debate sobre la guerra en Irak.
Bush visita el foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) acompañado de 50 ayudantes de la Casa Blanca, 150 asesores en temas de seguridad nacional, 200 especialistas de distintas agencias gubernamentales y unos 250 agentes de los servicios secretos.
El presidente aterrizó en Sidney pasadas las 22:00 local (13:00 GMT) tras una visita, sorpresa y relámpago, a la base aérea de Al Asad en la provincia de Al Anbar, oeste de Irak, durante la que dejó la puerta abierta a futuros recortes de tropas.
Desde el aeropuerto internacional de Sydney Bush partió acompañado por docenas de coches policiales, ambulancias, autobuses y vehículos de los servicios secretos en una larga caravana que paralizó esta noche parte de la ciudad australiana.
Al despliegue terrestre se sumaron varios helicópteros policiales, que vigilaban desde un espacio aéreo despejado de todo tráfico.
La presencia del líder estadounidense en Sidney provocó la protesta de unos 200 manifestantes, en una marcha que podría ir seguida de un acto multitudinario el próximo sábado si la "Coalición Detén a Bush" obtiene el necesario permiso policial.
La guerra en Irak es un asunto contencioso en Australia, hasta ahora un fiel aliado de Washington en la guerra en ese país árabe.
El primer ministro australiano, John Howard, a quien Bush considera un "amigo" y "un hombre de acero", está a favor de que las tropas australianas permanezcan en Irak.
Pero el líder de la oposición, Kevin Rudd, quien encabeza las encuestas para las elecciones del próximo año, está a favor de retirar los soldados australianos desplegados en el país árabe.
La salida del pequeño contingente australiano supondría un nuevo revés para la Casa Blanca, que afronta una presión creciente de los demócratas, que controlan el Congreso, para abandonar Irak.
Está previsto que Bush y Howard aborden el asunto este miércoles durante una reunión bilateral de profundo carácter militar.
Los dos mandatarios se reunirán a primera hora en la sede oficial de Howard en Sidney y visitarán después las instalaciones de la Armada australiana en Garden Island, una península artificial situada al norte del puerto de la ciudad.
Howard homenajeará posteriormente a su aliado estadounidense con una cena de gala en la residencia oficial.
El mandatario estadounidense tiene previsto reunirse también durante sus cuatro días en Sidney con el presidente chino, Hu Jintao, el presidente de Corea del Sur, Roh Moo-hyun, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y el presidente ruso, Vladimir Putin.
La Casa Blanca quiere aprovechar el viaje para reiterar su compromiso con Asia, impulsar la aletargada Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio, reavivar el debate sobre un área de libre comercio en el Pacífico y alentar los esfuerzos contra el terrorismo y el cambio climático.
La APEC sentará en la misma mesa a EU., China y Rusia, las tres naciones más contaminantes del planeta.
Ese cara a cara se saldará con un pacto para mejorar en un 25 por ciento la eficiencia energética de la APEC de aquí al 2030, según un borrador obtenido por la organización ecologista Greenpeace.
El documento no establece objetivos vinculantes, pero podría sentar las bases para el acuerdo que suceda al Protocolo de Kioto, que vence en el 2012.
EU. ha dejado claro, eso sí, que cualquier alternativa tiene que contar con el compromiso de China.
Otros asuntos que figurarán de manera destacada en el programa de trabajo de Bush serán la situación en Afganistán y la desnuclearización total de la península norcoreana.
En una muestra más de las tensiones entre Pyongyang y Washington, el secretario de Estado adjunto, Christopher Hill, aseguró en declaraciones a medios japoneses en Sidney que Estados Unidos no ha retirado al régimen de Corea del Norte de la lista de países que respaldan el terrorismo.
Se trata de los primeros comentarios oficiales desde que el ministro de Asuntos Exteriores coreano asegurara el lunes que Washington había retirado a su país la etiqueta de terrorista y eliminado con ello las sanciones económicas.