Ayer se llevó a cabo un debate entre los principales aspirantes a la candidatura demócrata por la Presidencia de EU. (AP)
Apoyan los precandidatos la construcción de un muro entre EU y México.
Los precandidatos demócratas se mostraron algo desconcertados anoche al preguntárseles por qué apoyaban la construcción de una barda en la frontera entre Estados Unidos y México y no un muro similar entre Estados Unidos y Canadá.
En el primer debate transmitido totalmente en español, por la cadena Univisión, la mayoría de los aspirantes a la candidatura demócrata optó por una respuesta evasiva, señalando que la seguridad era un componente crucial de una reforma global de las Leyes de inmigración.
“Yo estoy a favor de incrementar la seguridad en la frontera y en algunos casos instalar una frontera física porque tiene que ser parte de asegurar nuestros límites”, dijo el senador Barack Obama.
Obama habló de la vida de su padre como inmigrante y subrayó que apoyaba el proyecto de Ley aprobado por el Senado en 2006.
El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, que se ha declarado en contra del muro, dijo que estaba a favor de una reforma global.
“Saben qué sucederá si se levanta un muro de 12 pies de altura? Habrá muchas escaleras de 13 pies”.
El tema central del debate fue Irak y la senadora Hillary Rodham Clinton insistió que es hora de empezar a retirar las Fuerzas estadounidenses. Su rival, el gobernador de Nuevo México Bill Richardson, dijo que había que retirar todos los efectivos, no sólo algunos.
“Yo los traería de vuelta a casa en seis a ocho meses”, dijo Richardson. “Hay una diferencia fundamental entre todos nosotros aquí... éste es un asunto fundamental”.
Clinton dijo que el informe que presentarán en Washington en los próximos días el general David Petraeus, comandante de las Fuerzas en Irak y el embajador Ryan Crocker, no modificará el problema fundamental, de que no existe una solución militar para Irak.
“Creo que deberíamos empezar a traer a nuestros soldados a casa”, dijo Clinton. “Tenemos que dejar de ser ábitros en su guerra civil y traer nuestros soldados de regreso a casa lo antes posible”.
El hecho de realizar el debate en el sur de Florida para su transmisión en español es la señal más clara a la fecha de la influencia creciente del electorado hispano. Los candidatos de ambos partidos apelan a los hispanos con una intensidad que es reflejo elocuente de la importancia que tiene el sector minoritario más grande y de crecimiento más veloz.
Los candidatos hablaron en inglés y sus declaraciones fueron traducidas en forma simultánea para su transmisión en español.
Richardson, criado en México y uno de los dos candidatos que habla fluidamente en español, objetó a la regla que obligaba a todos a hablar en inglés y cuya finalidad era evitar que algunos tuvieran ventaja frente a un auditorio en español.
“Es lamentable y me decepciona que los 43 millones de latinos en este país no puedan escuchar a uno de los suyos hablar en español”, dijo Richardson. “Dicho de otra manera, Univisión promueve el uso exclusivo del inglés en este debate”.