De acuerdo a Agustín Llamas, la propuesta de reforma fiscal debe buscar mejorar la competitividad del país.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Agustín Llamas Mendoza, director general de Programas Empresariales del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE), consideró que la propuesta de Reforma Fiscal presentada por el Ejecutivo Federal debe contribuir a elevar el nivel de competitividad del país frente al mundo.
Entrevistado en su visita a esta ciudad para asistir a la ceremonia de graduación de los empresarios que concluyeron el Programa de Alta Dirección D-1, Llamas declaró que en estos momentos el empresario tiene su atención en varios problemas que enfrenta el país, entre ellos el lograr que el sistema económico mexicana se haga más competitivo para mejorar los resultados de cada negocio.
Comentó que es importante cuáles son las condiciones que el país necesita para mejorar ese nivel de competitividad, el cual se ha venido perdiendo con fuerza durante los últimos años.
Declaró que “no sólo debe elevarse el nivel educativo, sino la capacidad tecnológica, el contexto macroeconómico, la eficiencia institucional y el nivel de infraestructura del país”, entre otros. De acuerdo al director general de Programas Empresariales del IPADE, cada uno de estos elementos contribuyen a ser más competitivos en el entorno internacional, pero en caso de no hacer los cambios necesarios provocará una pérdida en la participación de los mercados mundiales.
Llamas, declaró que “la reforma fiscal propuesta por el Ejecutivo Federal tiene la intención de elevar el nivel de competitividad, crear incentivos para la inversión y mayores empleos”. Reconoció que la aprobación o no de la iniciativa de reforma será un proceso que requiere darle un espacio para discutirlo y contribuir con nuevas ideas para mejorar la propuesta inicial.
Enfatizó que el Congreso de la Unión tendrá la tarea de modificar la propuesta o enriquecerla con nuevas ideas para tener “una reforma hacendaria lo más completa posible, y en esa medida permita avanzar a una mejor competitividad como país”. Opinó que lo anterior es fundamental, ya que de otra manera “iríamos en contra corriente”.
Gravar el consumo,
no el ingreso
Llamas, sin haber leído a profundidad la nueva propuesta de reforma fiscal, declaró que “no podemos insistir en una reforma en donde sólo se grave el ingreso, me parece que lo fundamental es que se deba gravar el consumo”. Dijo que en todos los países desarrollados lo que se grava es el consumo y no el ingreso. Refirió que es mucho más justo gravar el consumo más que el ingreso de las personas.
Mencionó que las revisiones que tendrá la propuesta fiscal para 2008 es un proceso “tortuoso”, pero es la oportunidad que tienen el presidente del México y los partidos de oposición para mejorar la propuesta entre todos, no sea la ideal, pero sí la que posible para que el país siga avanzando”. Dijo que los mexicanos deben estar conscientes de que tal para el siguiente año nos toque determinada reforma fiscal, pero para 2009 se tendrá otra idea mejorada.
Reconoció que la propuesta de reforma fiscal presentada por el Ejecutivo Federal “tiene mucho margen de maniobra y lo que se pretende es darle juego al legislativo y que sea éste quien compre las mejores reformas”. Por ello, no dudo en declarar que “estoy casi seguro que la reforma como se mandó no va a quedar tal cual, y en ese sentido en lugar de dar todo (el Gobierno), da un poquito y el que va a dar más será el legislativo”.
Comentó que el pueblo mexicano se ha acostumbrado por tiempo a no pagar impuestos, ya sea por dar ciertas concesiones políticas a ciertos sectores de la sociedad, y ahora que se quiere regresar al esquema de que todos pague la situación se torna verdaderamente complicado. “La irresponsabilidad populista ha creado el déficit que tenemos hoy en el pago de impuestos en México”. Además de alentar una mayor cultura fiscal, es imperativo dar facilidades en el pago de impuestos y dar una mayor transparencia sobre la aplicación de los impuestos por parte del Gobierno. “El Gobierno no necesita dinero, la sociedad sí los necesita, pero de una manera redistributiva”.