El titular de la Secretaría de Educación del Estado de Durango (SEED), Jorge Andrade Cansino, dijo que es importante que los padres de familia se involucren en la enseñanza de los hijos, pues sólo de esta forma podrá lograrse una mejoría sustancial.
Señaló que la próxima semana habrán de definirse las actividades a desarrollar con motivo del Mes de la Participación de la Familia en la Educación de los Hijos, según el programa de la Secretaría de Educación Pública (SEP) a nivel federal.
El funcionario consideró que, en cierta forma, de nada sirve que en las escuelas se dediquen dos o tres minutos a la lectura de textos, si en la familia el padre, la madre o los hermanos no han desarrollado el hábito y ni siquiera se cuenta con libros para que el escolar tenga continuidad en lo que aprende en el aula.
Con la lectura, dijo Andrade Cansino, “pasa lo mismo que con el cálculo mental: es necesario que se practiquen en casa para reforzar lo que los niños aprendieron en clases; de lo contrario, difícilmente podrán lograrse mejoras en la tarea educativa”, indicó al señalar que la responsabilidad no es exclusivamente de las escuelas.
Y es que de acuerdo con la intención de la SEP al dedicar este mes al involucramiento de las familias en la educación, se busca destacar la importancia de lo que aprenden los hijos desde casa y no sólo en los salones de clase, en el sentido de que “la mejor educación es la que surge dentro del aula y el hogar”.
El titular de la SEED señaló que la encuesta que se realizó a nivel nacional a padres de familia sobre la calidad en la educación forma parte de un diagnóstico situacional con el que se busca encontrar todas las fallas y corregirlas.
Esto, ante los resultados de evaluaciones que reflejan un bajo nivel de aprovechamiento en áreas como Matemáticas o Español, sólo por mencionar algunas de las pruebas que se aplican en el transcurso de todo el ciclo escolar.
En el aspecto material, el funcionario reconoció la importancia de mejorar las condiciones de los planteles educativos, para lo cual se contempla entregar material y equipo a escuelas de nivel básico, con una inversión superior a los dos millones de pesos.
Estos apoyos se sumarán al acervo didáctico, equipamiento e instrumentos de los que ya disponen los planteles y que son un complemento importante a la tarea académica.
