Muktar Said Ibrahim, Yassin Omar y Ramzi Mohammed quienes fueron condenados ayer por los ataques del 21-J. (Fotografías de AP)
Tres hombres fueron declarados ayer culpables por el Tribunal de Woolwich, en Londres, por conspiración para el asesinato en relación con los atentados fallidos del 21 de julio de 2005 (21-J) contra la red de transporte de Londres.
Tras un juicio que ha durado seis meses, Muktar Said Ibrahim, Yassin Omar y Ramzi Mohammed fueron condenados por conspirar para asesinar con ataques suicidas en el Metro de Londres y en un autobús urbano, el número 26, el 21 de julio de aquel año.
Estos atentados fallidos ocurrieron dos semanas después de los ataques suicidas del 7 de julio de 2005 en Londres.
Ibrahim, de 29 años, con domicilio en Stoke Newington (norte de Londres), es considerado el líder de este grupo, mientras que Omar, de 26 años, es oriundo de New Southgate (norte de Londres) y Mohammed, de 25, de North Kensington, del oeste de esa capital.
Los tres fueron detenidos por la Policía días después de los hechos en una importante operación policial.
El jurado, integrado por nueve mujeres y tres hombres, aún tiene que decidir sobre los casos de otros tres acusados, también en relación con el 21-J.
Se trata de Husain Osman, Manfo Kwaku y Adel Yahya.
Según el Tribunal, el plan para atentar contra el transporte público de Londres fracasó porque fallaron los explosivos.
Sin embargo, los acusados han insistido en que las bombas eran falsas y sólo pretendían expresar su oposición a la guerra de Irak.
Estos atentados fallidos fueron perpetrados quince días después de que cuatro bombas estallasen el 7 de julio de 2005 (7-J) en tres trenes del Metro de Londres y en un autobús urbano próximo al Museo Británico.
En el 7-J, 56 personas murieron, cuatro de ellas los terroristas suicidas, y unas 700 resultaron heridas. Esos atentados fueron perpetrados mientras se celebraba la cumbre del Grupo de los Ocho (G8, los siete países más ricos del mundo y Rusia) en Gleneagles, Escocia.