El municipio de Rosarito declaró la guerra a las bandas del crimen organizado que lograron establecerse durante las dos últimas administraciones, las cuales sólo vieron pasar el problema sin hacer nada para detenerlo, aseguró el alcalde Hugo Torres Chabert.
El edil atribuyó la gravedad del problema a la corrupción que priva al interior de la Policía Municipal, por lo que confió en que "una depuración resolverá las cosas hasta en un 90%".
El alcalde calificó la situación como "una desgracia" que se desbordó con el atentado que un comando armado perpetró contra las instalaciones de la corporación policíaca, donde intentaron asesinar al director y acribillaron a uno de sus escoltas.
Por su parte, custodiado por una treintena de elementos del Ejército, el director de la Policía Municipal, Jorge Eduardo Montero Álvarez, atribuyó la incursión de sicarios a un intento de matarlo ante la imposibilidad de acercarse para negociar y continuar con sus actividades.
Mientras tanto, elementos de la Fuerza de Reacción de la Secretaría de la Defensa Nacional (SDN) "tomaron" las instalaciones de la comandancia policíaca, por lo que la corporación tuvo que trasladar sus operaciones a otro edificio.
