Fuertes lluvias y vientos se registraron ayer en Yucatán, por la cercanía del huracán Dean a la península, las autoridades han decretado la alerta “amarilla” que pide a la población estar informada ante la contingencia. (Notimex)
Alcanza el primer huracán de la temporada la categoría cuatro.
Ayer al mediodía autoridades del Gobierno Federal y de Yucatán decretaron la alerta “amarilla” para el estado ante un eventual arribo del huracán Dean que alcanzó la categoría cuatro y que podría afectar a municipios del oriente de Yucatán.
El Centro Nacional de Huracanes en Miami dijo que los vientos de Dean podrían superar los 250 kph al aproximarse a la península de Yucatán y al Golfo de México mañana lunes.
Existe una posibilidad que amenace a Estados Unidos hacia el jueves, aunque los expertos esperan que pierda parte de su fuerza al desplazarse por Yucatán.
En nueva sesión del consejo Estatal de Protección Civil de Yucatán se convocó a los 106 alcaldes a reunir vehículos, palas, machetes, picos y carretillas que pudieran servir luego del paso del huracán para reabrir vías de comunicación.
El director estatal de Protección Civil, Ernesto Martínez Ordaz, pidió a los alcaldes sesionar en los Comités Municipales de Protección Civil porque de no hacerlo tendrían problemas luego para recurrir a los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
En tanto, la Comisión Nacional del Agua (CNA) dio a conocer el reporte de ayer al mediodía en donde se indicó que por altas presiones en la zona del caribe Dean tendía a seguir una ruta rumbo a Yucatán.
Confiaban, sin embargo, que en las próximas horas pudiera existir algún cambio en la trayectoria prevista por ese meteoro.
La gobernadora Ivonne Ortega pidió a los alcaldes estar en alerta en sus propias comunidades y evitar que haya pánico ante el posible arribo de este huracán.
Inmediatamente después la gobernadora inició una gira por los municipios del oriente de Yucatán, entre ellos Tizimin, El Cuyo, San Felipe, Río Lagartos y Las Coloradas, que son los lugares en riesgo en caso del ingreso de este huracán a tierras yucatecas.
El Sistema de Protección Civil informó que serán habilitados mil 120 albergues en toda la entidad, mismos que estarían a disposición de los habitantes que sean evacuados a partir de hoy domingo, si se confirma la ruta del meteoro. Dean mató a seis personas y devastó los cultivos de banana y azúcar el viernes al cruzar las islas Santa Lucía y Martinica, en la región oriental del Caribe, como un ciclón categoría 2.
En Santa Lucía, las ráfagas de viento arrancaron los techos de metal prensado de docenas de viviendas y la sala de pediatría de un hospital, cuyos pacientes habían sido evacuados horas antes.
La vocera policial Tamara Charles dijo que un hombre de 62 años fue arrastrado por las aguas y se ahogó cuando intentaba rescatar a una vaca de un río crecido.
En Dominica murieron una mujer y su hijo de 7 años cuando un deslizamiento de tierra aplastó la casa donde dormían, dijo Cecil Shillingford, coordinador nacional de emergencias.
RECUERDAN DESASTRE QUE DEJÓ WILMA
La orden del gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, de desalojar a los habitantes y turistas de la zona de posible impacto del huracán Dean en la entidad, comenzó a aplicarse desde horas de la mañana en la isla de Holbox, donde se encontraban alrededor de 2 mil 200 personas entre turistas y habitantes.
El recuerdo de Wilma ha permitido que ante la orden de desalojo los habitantes no estén presentando resistencia, ya que la orden es que la isla deberá de ser evacuada totalmente, según indicó Filemón Ancona, presidente de la Cooperativa Vanguardia del Mar, quien está coordinando el operativo conjuntamente con autoridades locales.
Las autoridades locales utilizaron al menos cinco patrullas para garantizar la seguridad de las personas durante su traslado de turistas y residentes a bordo del ferry o de embarcaciones menores a través de la laguna Haluhán que separa a Halbox del poblado de Chiquilá.
La movilización se realizó en un ambiente de tranquilidad entre los pobladores de Halbox y Chiquilá, durante el día aún asoleado y de fresca brisa, que poco a poco fue desplazado por nubarrones que anunciaban las lluvias en la región.
Sin embargo, los lugareños aún mantienen el mal recuerdo que el huracán Wilma les dejó en octubre de 2005 y que provocó que el mar penetrara más de un kilómetro a tierra. La gente que abandona la isla lleva principalmente maletas con ropa; otros cargan televisores y hasta motocicletas.
Afectados por lluvias en Chiapas exigen ayuda
Las intensas lluvias que han azotado a esta región generaron inundaciones y afectaciones en centenares de casas, y en muchas de ellas, el agua ya se estancó, lo que podría derivar en un severo problema de salud.
Los residentes, más que preocuparse por sus pertenencias, lanzaron un llamado de auxilio para que se les dote con urgencia de agua potable y servicios médicos y además, que se les instale un albergue.
Los afectados insisten que los riesgos de vivir aquí son muy altos en todos los sentidos: se quedaron incomunicados, la pestilencia a podrido invadió toda la comunidad y los insectos abundan en el área, con el riesgo de transmitirles enfermedades.
La casa de María del Socorro Hernández es similar a cualquier otra en Cuatro Caminos, pues todas están completamente anegadas.
En esta humilde construcción, la mecedora se hunde casi a la mitad y en ella duerme un bebé de escasos meses de nacido. Su madre, María del Socorro Hernández, pareciera que ya se acostumbró a vivir así, incluso, todos sus enseres domésticos, entre ellos el refrigerador, están rodeados de agua, con el riesgo de que en cualquier momento sobrevenga un cortocircuito.
“¡Pero qué le vamos a hacer!”, dice con resignación, mientras vela que su bebé duerma sin que le piquen los zancudos, que ya abundan.
Menciona que, desde hace casi dos semanas, el agua se les coló a los patios, pero el nivel del agua anegada ha subido en forma considerable y ya sobrepasó los terraplenes hasta alcanzar las habitaciones principales de las viviendas.
“La pestilencia se percibe en todos lados e incluso los vecinos señalan que han encontrado algunos sapos muertos, posiblemente como consecuencia de los altos niveles de contaminación existentes”, estimó la entrevistada.
Extreman precauciones en Campeche y Tabasco
La bandera azul ondea en Campeche alertando a la población sobre el acercamiento del huracán Dean, que en estos momentos se encuentra a 565 millas al este-sureste de Jamaica, con trayectoria hacia a la península de Yucatán.
Algunas poblaciones costeras están preparadas para ser desalojadas, en caso necesario, a fin de evitar daños a los habitantes.
Dean es el primer huracán de la temporada en el Atlántico y Campeche se encuentra preparado para recibirlo, según los pronósticos, si no cambia la trayectoria que trae, el próximo martes durante las primeras horas, con una categoría de ciclón cuatro en la escala Saffir-Simpson o cinco, que es el rango máximo.
El Consejo Estatal de Protección Civil se encuentra en sesión permanente desde el jueves y en previsión de cualquier contingencia, se han instalado 633 albergues en la entidad, con capacidad para más de 84 mil personas.
Según las estimaciones del Centro Nacional de Huracanes de Miami, aún hay posibilidades de que el meteoro impacte en la península de Yucatán. Los directores de los 11 Comités Municipales de Protección Civil de Campeche recibieron del Centro Estatal de Emergencias material y equipo, como 500 colchonetas, 400 cobertores, 20 impermeables y 10 pares de botas.
Por su parte, frente al riesgo de que Dean provoque fuertes aguaceros en la mayor parte de Tabasco, el Sistema Estatal de Protección Civil recomendó a los habitantes de las comunidades asentados en riberas de los ríos tomar precauciones ante la posibilidad de que los cauces pueden desbordarse y provocar inundaciones.
Se informó que en la presente temporada de lluvias, el nivel de los ríos ha crecido conforme son más fuertes las precipitaciones; sin embargo, aún presentan una capacidad media de regulación. Casi todos los cauces irrigan una serie de ciudades y poblaciones rurales, por lo que una fuerte crecida propiciaría inundaciones.
De acuerdo con los reportes de Protección Civil, el río Grijalva, que cruza frente a esta ciudad, se encontraba a 1.75 metros de su escala crítica, mientras que el afluente Samaria estaba a 1.24 metros; el Carrizal a 2.65 y el Usumacinta a 1.22 metros. Debido al riesgo de un impacto directo del huracán Dean, las autoridades del estado exhortaron a la población tabasqueña, en especial a quienes habitan en localidades y municipios costeros, las barras, la Región de los ríos y asentamientos irregulares, a mantenerse informados de la trayectoria que pudiera seguir.