Fabiola Aguilar Lucero se presentó en las instalaciones de El Siglo de Durango, en compañía de familiares, vecinos y amigos, para exigir justicia por la detención de su hermano Víctor.
El Siglo de Durango
CUENCAMÉ, DGO.- Con el testimonio de nueve personas pretenden demostrar la inocencia de Víctor Aguilar Lucero, joven de 17 años, quien se encuentra en el Centro Especializado de Readaptación y Tratamiento para Menores Infractores del Estado de Durango (CERTMIED), acusado de violación.
Ayer, a dos meses de su detención y traslado a la ciudad de Durango, se dio la primer audiencia, por lo que Fabiola Aguilar, hermana del acusado, trasladó a las instalaciones del CERTMIED a vecinos, amigos y familiares, que aseguran la inocencia de Víctor.
A las 10:00 horas, alrededor de nueve vecinos de la ciudad de Cuencamé se presentaron en el lugar donde se encuentra recluido Aguilar Lucero, para presentar pruebas a favor de él; sin embargo, no había tiempo para atenderles por lo que se les citó de nuevo para este jueves.
“La mamá de la muchacha que fue violada no tiene la seguridad de que mi hermano tuvo que ver en ese delito, lo confunde; si ella pide justicia para su hija, debería pedirla también para Víctor, que ya tiene dos meses encerrado”, dijo Fabiola.
Reiteró que a la hora a la que supuestamente sucedió el abuso sexual, su consanguíneo de 17 años de edad se encontraba viendo televisión en casa y sólo salió con su primo a comprar un cigarro a una tienda de la misma cuadra.
La señora Olivia, al igual que unas vecinas que se juntan a tejer en una banca que se encuentra junto a la casa de la familia Aguilar Lucero, arribaron a El Siglo de Durango después de ir al CERTMIED para manifestar a la opinión pública que el 26 de marzo, por la tarde, vieron a Víctor sólo salir a la tienda por un cigarro y a la banqueta de su casa en compañía de un primo.
Mientas tanto, una jovencita que venía en el grupo, la cual solicitó omitir sus generales ante la opinión pública aunque estaba dispuesta a declarar ante la autoridad, comentó cómo la madre de la presunta muchacha violada fue al barrio donde vive Víctor y preguntó en primera instancia por “El Tuercas” o “El Tuerto”.
Cuando ella le dijo que no lo conocía, entonces le preguntó por el domicilio de un joven con rasgos parecidos a los de Víctor, por lo que ella le señaló la casa donde vivía, de ahí se fue y regresó con la Policía.
Para Fabiola, hermana del único detenido de un delito que presuntamente cometieron tres personas, esto demuestra que no se hizo nada por indagar y que sólo detuvieron al primero que pudieron.
Agregó que no le interesa si Juvenal Nevárez Sotelo, Celso Moreno Machado o un tal “Tuercas” o “Tuerto” son culpables, sino que se aclare que su hermano no cometió el delito que se le imputa, para lo que tiene suficientes testigos.
Tintes políticos
El problema en el que de manera injusta se involucró a Víctor Aguilar ha tomado tintes políticos que lo afectan a él, pues mientras los verdaderos culpables están en libertad, quieren tener a alguien detenido.
La señora Olivia, una de las personas que tiene como testigo la familia Aguilar Lucero, señaló que en principio pidieron apoyo a Pablo Carrillo Montalvo, presidente municipal de Cuencamé, y se mostró dispuesto.
La situación cambió de un día para otro, pues dijo que no podía “meter las manos”, debido a que se trataba de un asunto politizado.
