Abuso de autoridad y detención arbitraria, son las principales faltas que cometen algunos agentes de Seguridad Pública y Tránsito.
TORREÓN, COAH.- Para despejar dudas respecto al desempeño de los elementos de la Dirección de Seguridad Pública de Torreón (DSPM), que en algunas ocasiones deriva quejas en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila (CDHEC), se llevó a cabo una reunión entre el segundo visitador David Omar Sifuentes Bocardo y mandos medios operativos.
A petición de Alfredo Castellanos Castro, director de la Policía Municipal y en atención a las dos recientes recomendaciones emitidas por la CDHEC, se realizó la plática donde los jefes policiacos aprovecharon para exponer situaciones hipotéticas cotidianas de su persona y cómo afrontarlas.
Abuso de autoridad y detención arbitraria, son las principales faltas que cometen algunos agentes de Seguridad Pública y Tránsito, de ahí el interés por los jefes operativos de definir la delgada línea entre los derechos de una víctima y de un infractor de un delito.
Fue relevante en la exposición de Sifuentes Bocardo, señalar que recientemente la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila (PGJEC) recibió una recomendación porque agentes del Grupo Especial Antisecuestros, encuadraron como supuesta figura delictiva la sospecha y el nerviosismo.
Cotidianamente, los agentes preventivos para justificar su intervención en la detención de una persona, recurren al término “actitud sospechosa y marcado nerviosismo”, situaciones que no implican ningún delito y falta administrativa, pero que sin embargo son acciones recurrentes.
En la sesión estuvieron presentes 18 mandos medios, nueve suboficiales y directivos de distintos departamentos, a quienes Sifuentes Bocardo señaló que ante cualquier queja presentada por los ciudadanos en contra de los elementos policiacos, es importante se cuente con un reporte detallado de los hechos delictivos.
El segundo visitador resaltó que es en el parte informativo donde se encuentra una prueba importante al momento de considerar si se incurrió en una falta o no. Así mismo manifestó que no existe una Ley o reglamento en el que se defina, cuándo es una falta a la moral y cuándo no, de ahí que el policía tiene que utilizar su criterio.
De igual Sifuentes Bocardo recalcó que existe el interés por parte de la Policía Municipal de mejorar su actuar y queda demostrado con este tipo de reuniones, que permiten la interacción en beneficio de la ciudadanía.
