Unos 26 militantes iraquíes sospechosos de tener vínculos con redes terroristas iraníes fueron abatidos ayer por el Ejército de Estados Unidos en dos operaciones realizadas en Ciudad Sadr, principal bastión shiita en Bagdad.
El Ejército estadunidense señaló en un comunicado que realizó las redadas en colaboración con el ejército iraquí contra cuatro vehículos que pertenecían a redes de “células secretas”, e indicó que otros 17 milicianos iraquíes fueron detenidos.
“Todo indica que los presuntos terroristas tienen lazos estrechos con redes terroristas iraníes y contribuyen a sus acciones criminales en Irak”, precisó el texto.
Testigos afirmaron que helicópteros estadunidenses lanzaron cohetes contra objetivos en Ciudad Sadr, al noreste de Bagdad, donde viven dos millones de personas.
Fuentes médicas y policiales iraquíes señalaron que las únicas víctimas del ataque fueron ocho civiles que perdieron la vida mientras dormían en sus casas.
Sadr City es el bastión del clérigo shiita Moqtada al Sadr, quien rechaza el despliegue de tropas extranjeras y exige que abandonen el país.
Estados Unidos culpa a la poderosa milicia Ejército Mehdi, grupo relacionado con Al Sadr, de utilizar bombas de alta tecnología para atacar a las tropas estadunidenses y afirma que los explosivos provienen del contrabando desde Irán.
Hallan fosa común con decenas de cadáveres
Tropas estadounidenses hallaron ayer una fosa común que contiene entre 35 y 40 osamentas de personas asesinadas a tiros, en las proximidades de la ciudad de Fallujah, 55 kilómetros al oeste de Bagdad, informó ayer el mando norteamericano.
El cementerio clandestino fue descubierto gracias a las informaciones que habitantes de la zona proporcionaron a los soldados norteamericanos, precisa un breve comunicado, que agrega que se abrió una investigación para determinar responsabilidades e identificar los restos mortales.
Observadores locales no han excluido la posibilidad de que esas osamentas pertenezcan a personas que han sido secuestradas y acribilladas por grupos insurgentes que operan en la provincia de Al Anbar, a la que pertenece Fallujah.
Esa zona ha sido escenario en los últimos meses de enfrentamientos entre Fuerzas de Seguridad iraquíes y milicianos de los clanes árabes, por una parte, y la organización terrorista Al Qaeda, por la otra.
Hay señales esperanzadoras en Irak: Bush
El presidente estadounidense, George W. Bush, se mostró ayer optimista ante el desarrollo de la Guerra en Irak al asegurar que “aún estamos al comienzo de esta ofensiva, pero vemos algunas señales esperanzadoras” de éxito.
Bush hizo estas declaraciones en su discurso matutino habitual de todos los sábados.
“Estamos combatiendo al enemigo, y matando y capturando a cientos”, dijo el presidente, quien agregó que pese a un incremento de los ataques violentos en mayo, los actos de violencia sectaria en Bagdad han “bajado significativamente” en comparación con enero.
“También estamos encontrando alijos de armas a un ritmo tres veces superior al del año pasado”, agregó.
En este punto también puso como ejemplo de las señales esperanzadoras, el hecho de que los comandantes de las tropas estadounidenses en la zona informaran sobre la muerte de dos altos responsables de la organización Al Qaeda al norte de Bagdad.
“El enemigo sigue llevando a cabo ataques que causan gran sensación, pero el número de coches-bomba y ataques suicidas ha disminuido en mayo y junio”, informó el presidente estadounidense.
A su vez, opinó que debido a la nueva estrategia y el incremento de tropas aprobado en enero y cuyo despliegue concluyó a comienzos de junio, tanto “las Fuerzas estadounidenses como las iraquíes viven entre la gente a la que proporcionan seguridad, y su resultado es que muchos iraquíes salen a la palestra y dan información sobre dónde se esconden los terroristas”.
Pero el presidente también reconoció que la lucha en Irak ha sido “dura” y que continuará así.