Decenas de personas esperan ayuda en las calles, después del terremoto de 7.7 grados en la escala de Richter que sacudió el norte de Chile dejando al menos dos personas muertas, otras 157 heridas y al menos 15 mil damnificados. Cientos de viviendas quedaron devastadas. (Fotografías de EFE)
Se resienten dos fuertes réplicas, de magnitudes 5.9 y 6.2 grados Richter, en la zona afectada.
Los damnificados por el terremoto de 7.7 grados en la escala de Richter que azotó este miércoles el norte de Chile aumentaron a 15 mil, informaron ayer fuentes oficiales.
La cifra de fallecidos se mantiene en dos, mientras los heridos aumentaron a 157, precisó el ministro portavoz, Ricardo Lagos Weber.
“La estimación preliminar (...) es de 15 mil personas damnificadas producto de que tenemos casi 4 mil casas que están severamente dañadas o en el suelo”, dijo Lagos Weber, sobre la base de datos proporcionados por la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
El ministro reconoció que las cifras podrían aumentar, “pero no dramáticamente”, luego que se conozca la situación de otras localidades de la región.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, viajó ayer a la zona sacudida por el sismo para conocer la situación de las localidades más afectadas, como Tocopilla, María Elena y Quillagua, a mil 556 kilómetros al norte de Santiago.
La mandataria se reunió con los ministros de Interior, Salud, Obras Públicas y Vivienda, que desde el miércoles se encuentran en la zona debido a la magnitud del sismo.
El movimiento telúrico tuvo lugar a las 15:43 GMT del miércoles y su epicentro se localizó en el desierto de Atacama (mil 500 kilómetros al norte de Santiago) y a 59 kilómetros de profundidad.
El terremoto estremeció territorio chileno desde la frontera con Perú hasta Santiago y se sintió, además, en tres departamentos del sur peruano, en la ciudad boliviana de La Paz, en la provincia argentina de San Juan y en la ciudad brasileña de Sao Paulo.
En tanto, unos 52 trabajadores que permanecían aislados en el túnel “Galleguillos”, en una ruta cercana a la ciudad de Tocopilla, donde trabajaban, fueron evacuados por vía marítima en la madrugada de ayer jueves.
“Fueron rescatadas todas las personas del túnel, en total eran 52, estaban todos bien, sin ningún problema”, dijo el comandante de Carabineros de Antofagasta, Alejandro Salinas, a los periodistas.
Según fuentes de La Moneda, los presidentes de Perú, Alan García, y de Ecuador, Rafael Correa, se comunicaron telefónicamente con Bachelet para expresarle su solidaridad por el terremoto.
INSTALAN HOSPITALES
En Tocopilla, la ciudad más afectada por el sismo y en la que la gente sufre aún escasez de agua potable, que es suministrada por camiones aljibes, Bachelet anunció la construcción de un nuevo hospital, a causa de los severos daños sufridos por el actual.
“A mi juicio sería necesario construir un nuevo hospital para Tocopilla”, dijo Bachelet.
En las primeras horas de ayer comenzó a funcionar en Tocopilla un hospital de campaña enviado por el Ejército y desde Santiago se envió una primera partida de 500 casas prefabricadas, tras confirmarse que unas 4 mil viviendas de la ciudad-puerto resultaron con daños estructurales.
En las próximas horas debe comenzar a operar un segundo hospital de campaña, de la Fuerza Aérea, el mismo que fue instalado en la ciudad peruana de Pisco tras el terremoto que afectó a ese país el pasado agosto, dijeron las autoridades.
Similar a la situación de Tocopilla es la que afrontan las localidades de María Elena y Quillagua, donde también falta el agua potable y numerosas viviendas están en el suelo o con daños severos.
Bachelet hizo un llamado a los habitantes de la zona a la “tranquilidad” y a organizarse, toda vez que “hay instituciones muy activas, que tienen planes de emergencia y la gente debe comportarse de acuerdo a las instrucciones que esos organismos tienen” .
Durante su visita, la mandataria debió soportar dos fuertes réplicas, de magnitudes 5.9 y 6.2 grados Richter, que sacudieron la zona minutos después del mediodía de ayer (15:00 GMT), acrecentando el temor de la gente.
Tocopilla, Chile
‘Vamos a tener que reconstruir la ciudad’
Tocopilla, un empobrecido puerto minero de Chile que conoció días de bonanza a inicios del Siglo XX con la explotación salitrera, figura hoy de nueva cuenta en el mapa del país gracias al terremoto que arrasó con el 80 por ciento de sus viviendas.
Enclavado en un risco de la zona costera del norte profundo de Chile, el poblado vive horas de angustia y desesperanza luego del movimiento de 7.7 grados Richter que dañó sus modestas casas de adobe, su único hospital, la Alcaldía y lo dejó sin luz, agua potable y teléfonos.
Los 25 mil habitantes Tocopilla, que en lengua aymara significa “quebrada mayor”, durmieron anoche a la intemperie, temerosos de que sus dañadas viviendas se vinieran abajo con las réplicas que continuaban desde el mediodía del miércoles, cuando ocurrió el terremoto.
El alcalde del poblado, Luis Moyano, un activista comunitario independiente pero vinculado al Partido Comunista de Chile, ha hablado por la vía telefónica con todos los noticieros matutinos de radio y televisión para clamar por ayuda.
“Vamos a tener que reconstruir la ciudad, tenemos una situación de extremada gravedad porque casi el 90 por ciento de la población (22 mil 500 personas) está afectada y la mayoría de esa gente se quedó sin casa”, dijo Moyano.
Al hacer un recuento de los daños, dijo que al menos mil 200 viviendas están en el suelo, otras cinco mil están dañadas y presentan en su mayor parte daños estructurales y habrá que demolerlas, al igual que las escuelas y el hospital comunitario.
“Nuestra situación es de emergencia, tenemos sectores de alto riesgo, varias poblaciones (barrios) donde la gente está muy comprometida porque sus casas están a punto de caer”, afirmó el alcalde.
Varios miles de damnificados permanecen en las calles, donde durmieron anoche entre réplicas del sismo que provocaron histeria, angustia y desesperación entre las mujeres, los ancianos y los niños, principalmente.
“Me da pena saber que mis niños tengan que pasar la noche en la calle y tapados sólo con una frazadita”, dijo Luis Zepeda, jefe de familia del barrio Huella Tres Puntas, uno de los más afectados de la ciudad.