Restauran los servicios públicos en todo el continente luego del paso del fenómeno.
AP
BERLÍN, ALEMANIA.- Los europeos comenzaron ayer viernes a restaurar los servicios públicos en todo el continente tras el paso de la tormenta Cirilo, que mató por lo menos a 46 personas, afectó los viajes de varios miles más y daño numerosos edificios, tendidos eléctricos y abatió gran cantidad de arbolado.
La nueva estación ferroviaria de Berlín fue clausurada tras desprenderse el jueves por la noche una viga de dos toneladas desde una altura de 40 metros de un costado del edificio, que cayó en una escalera exterior, aunque sin causar heridos. La estación fue evacuada.
?Comprendo que se cayeran los vidrios, pero no la viga de acero?, dijo el electricista Thomas Mueller, de 38 años y que se detuvo para examinar los daños. ?La construyeron hace ocho meses?.
Prácticamente la totalidad del sistema ferroviario alemán fue clausurado durante la tormenta, ya que los árboles abatidos cortaron las vías en muchos lugares, al igual que los cables del tendido eléctrico. El servicio comenzó a ser restaurado gradualmente el viernes.
?Nunca tuvimos una situación como ésta en Alemania?, dijo el presidente del Deutsche Bahn, Hartmut Mehdorn.
Frente a la costa atlántica francesa fueron requeridos los servicios de un remolcador de la guardia costera para arrastrar un barco inglés dedicado al transporte de explosivos, al día siguiente de ser rescatados en alta mar sus 26 tripulantes.
Más de un millón de viviendas quedó sin electricidad en la República Checa, azotada por vientos de hasta 180 kph, al igual que otro millón de personas en Alemania y miles de personas en Polonia y Austria.
La tormenta causó la muerte de por lo menos tres personas en la República Checa, 12 de Alemania, 14 en Gran Bretaña, seis en Holanda, tres en Francia, dos en Bélgica y seis en Polonia.
Fue la tormenta más mortífera que barrió Europa desde 1999, cuando perecieron 12 a lo largo de tres días de temporal.
Los meteorólogos pronosticaron para este año un clima tormentoso en muchas partes de Europa, por considerar que las inusuales altas temperaturas en el Atlántico Norte -de 0.5 a 1 grado centígrado superior a la normal- harán que los vientos acumulen más humedad y mayor intensidad.
