En la carretera a Santa Fe no están delimitados los carriles de circulación. En la imagen se observa cómo los autos transitan sin orden alguno. (Fotografía de Sergio Reyes)
Carece la vialidad de señalamientos, por lo que no hay orden en la circulación vehicular
Debido a que ya no hay disponibilidad de recursos etiquetados para las obras públicas correspondientes a este año, el Ayuntamiento únicamente logró concretar la primera etapa de la ampliación a siete carriles de la carretera a Santa Fe, en el tramo del bulevar Juan Pablo II hasta el periférico Raúl López Sánchez.
Así, entre gravilla desparramada, polvo, desniveles de terreno, hoyancos y pavimento poroso, pero principalmente sin señalamientos informativos ni preventivos que alerten tanto a peatones como a conductores de las condiciones de inseguridad en las que se encuentra el sector, esta obra permanecerá “a medias” hasta el año próximo.
Será hasta “cuando haya disponibilidad de recursos financieros, posiblemente en febrero, porque tendremos que licitar la segunda etapa”, aseguró el director de Obras Públicas, Aniceto Izaguirre Martín.
Para él, haber terminado por lo menos la primera etapa, es decir, la mitad de la obra “ya es algo y mejor que nada, considerando las condiciones desastrosas en que por años ha estado esta vialidad”.
Y es que del proyecto de ampliación a siete carriles de una área de un kilómetro y medio de esta vialidad, sólo se alcanzó a invertir 2 millones de pesos para reconstruir prácticamente un cuerpo de 3 carriles, mismo que tampoco tiene marcados los carriles de circulación, de manera que los vehículos rebasan, se echan en reversa donde quieren y como pueden. Además, transitan en sentido contrario.
Esta obra fue realizada por la constructora Jibe y apenas hace tres semanas se acabaron los trabajos. Sólo se terminó uno de los cuerpos, desde el bulevar Juan Pablo II hasta el Periférico, pero por los restos de materiales para construcción dejados a los lados, las bases para el alumbrado público preparadas y la gravilla, sobre la que patinan los vehículos, más bien parece una construcción abandonada.
Según Izaguirre Martín fue una obra licitada y está totalmente terminada. “En un principio pensamos hacerla toda pero consideramos empezar por lo menos con una parte. La ampliación total de la vialidad representa una inversión de siete millones de pesos de los cuales se aplicaron los dos primeros”.
Al concretar la segunda etapa de esta carretera que formaría un circuito vial con el bulevar Juan Pablo II hasta el Periférico, tendría un total de siete carriles, tres de ida, tres de regreso y un carril al centro para dar vueltas protegidas; además, se instalará alumbrado público nuevo.
Rúa peligrosa
En estas condiciones se encuentra la carretera a Santa Fe en su tramo del bulevar Juan Pablo II al periférico Raúl López Sánchez:
- Sobre la carpeta asfáltica hay gravilla esparcida.
- La visibilidad se disminuye por la presencia de polvo.
- Hay desniveles en el terreno, hoyos y pavimento poroso.
- No hay señalamientos.
- No están delimitados los carriles.
- Los vehículos circulan por cualquier carril y sin orden.
