MÉXICO, DF.- El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes Fernández, aseguró que México requiere de un Estado cuyas autoridades no vacilen ni teman convertirse en el escudo entre criminales y ciudadanos, acabe con la violencia y la insolencia criminal que amenaza a millones de mexicanos, logre que las policías federales, estatales y municipales, asuman cabalmente el combate al narcotráfico, el crimen organizado y garanticen la seguridad pública.
Al insistir en el retiro gradual de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en tareas de seguridad pública, como el narcotráfico, el titular de la CNDH aceptó que hacerlo en este momento “sería irresponsable” porque en varias zonas del país se generaría una ausencia de Estado, que sólo puede convenir a los narcotraficantes y otros grupos de la delincuencia organizada.
“Será por el bien de los derechos humanos y del propio Ejército”, dijo al informar de cuatro recomendaciones Sedena por acreditarse presuntas violaciones a las garantías y que involucran a militares en agresiones sexuales, lesiones, daño en propiedad ajena, detenciones arbitrarias, obstáculos a investigaciones y hasta posible homicidio, en incursiones castrenses dentro del Operativo Michoacán en las poblaciones de Nocupétaro y Apatzingán, así como en dos acciones más en Castaños, Coahuila y Sinaloa de Leyva, Sinaloa.
Sin dejar de reconocer que “los enfrentamientos del narcotráfico arrojan ya las cifras de una guerra de baja intensidad y la delincuencia común sigue agobiando a la sociedad”, en conferencia de prensa el ombudsman nacional pidió calendarizar el regreso a los cuarteles del personal militar y dejar de exponerlos a misiones para las que no están preparados y que no son de su estricta competencia, como son las tareas de seguridad pública, sino de las policías municipales, estatales y federales que deben asumir cabalmente la responsabilidad que por Ley les corresponde.
Acompañado por la segunda visitadora general del organismo, Susana Thalía Pedroza de la Llave y el director general de la Segunda Visitaduría General de la CNDH, Salvador Arias, el funcionario justificó su posición al señalar que “el adiestramiento, la educación y el equipamiento que reciben los militares para cumplir sus encomiendas difieren radicalmente de los que reciben los cuerpos policíacos”.
“Un policía -explicó Soberanes Fernández- está adiestrado para tratar cotidianamente con los ciudadanos, orientarlos y en caso necesario hacer uso de fuerza gradual y medida. Un soldado, por la delicada naturaleza de sus encomiendas, está entrenado física y mentalmente para combatir enemigos y obedecer órdenes de manera implacable”. Por eso, planteó, es hora de que el Gobierno genere un plan para regresar a los militares a los cuarteles.
En ese sentido, destacó que “México necesita un Estado moderno y vigoroso. La violencia y la insolencia criminal amenazan a veces la cotidianeidad y la paz de millones de mexicanos. Hay grupos ilegales que a toda costa buscan imponer sus intereses.