Acusan centralismo político en Coahuila, donde se utiliza el aparato del Estado para presionar y chantajear a las fuerzas políticas divergentes.
TORREÓN, COAH.- Abundio Ramírez Vázquez, presidente del Comité Estatal del PRD, acusó a su homólogo del PRI, Rubén Moreira Valdez, de presionar a los grupos sociales para que se adhieran a su partido, pues Moreira trae consigo todos los programas y el presupuesto público del Gobierno del Estado, lo cual es ilegal.
“El presupuesto público es de los ciudadanos, no es de un partido político, esto está violentando el avance democrático en Coahuila porque en todas las Administraciones anteriores, los planteamientos que hacían los partidos de Oposición eran atendidos en lo general y hoy hay un retroceso en Coahuila en los asuntos sociales”, manifestó.
El PRD consideró que el gobernador del Estado, Humberto Moreira, actúa con medidas represivas, excluyentes, intolerantes y monopólicas en contra de militantes, representantes populares y dirigentes de este partido, y acusaron al funcionario de generar centralismo político en Coahuila, donde se utiliza el aparato del Estado para presionar, chantajear y reprimir a las fuerzas políticas divergentes.
Ramírez Vázquez dijo que la represión ha llegado a grado tal que se modificó el Código Penal de Coahuila para establecer como delito grave las manifestaciones masivas afuera de las diferentes instancias electorales, tipificando esto como “motín”, con penalidades hasta de 30 años de cárcel, todo esto como medio de control, es decir, una fase preparatoria para utilizar todo el aparato del Estado a favor del PRI en las próximas elecciones constitucionales y reprimir las protestas que se generen.
Explicó que se han creado secretarías de Desarrollo Regional con funciones que socavan la autonomía municipal pues ejecutan obras y acciones sin contar con la aprobación del ayuntamiento, por lo que “exigimos el respeto irrestricto a la autonomía municipal y el cese de las acciones de presión y hostigamiento a los funcionarios y representantes populares de otros partidos políticos diferentes al PRI”.
El PRD expuso que la reforma electoral aprobada en el Estado significa un retroceso en la vida democrática de esta entidad, pues busca desaparecer la representación de los verdaderos partidos de izquierda y progresistas, además de frenar la participación de algunos partidos con registro nacional en las elecciones locales de 2008 a diputados, si no se alcanza el 3.5 por ciento de la votación total neta.