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Bogotá, Colombia.- El jefe paramilitar Salvatore Mancuso habría ordenado alrededor de siete mil 300 asesinatos de los ocho mil 113 conocidos por las autoridades entre 1999 y 2004 en el departamento de Norte de Santander, informó ayer el diario El Tiempo.
El rotativo aseveró en su edición de ayer domingo que Mancuso, máximo líder de las ultraderechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), evitó confesar la mayoría de los crímenes que se le atribuye, durante una comparecencia ante la Fiscalía del país.
El ex comandante de las AUC, la temible organización paramilitar acusada de múltiples delitos atroces y que está en proceso de desarme, deberá confesar todos sus crímenes para obtener beneficios judiciales como penas menores y reclusión en ?granjas agrícolas?.
En su confesión, realizada ante un fiscal especial de la noroccidental ciudad de Medellín, Mancuso afirmó haber sido autor intelectual de 336 asesinatos de personas identificadas y de un indeterminado número de víctimas cuyas identidades se desconocen.
Según El Tiempo, los crímenes confesados la semana pasada por Mancuso no llegan ni al 5.0 por ciento de los que ordenó en verdad si se tiene en cuenta que Norte de Santander es apenas uno de los diez departamentos en los que tenía influencia.
Mancuso admitió haber ordenado 87 acciones criminales en varias regiones del país, sobre todo en los departamentos de Córdoba, Sucre y Bolívar, en los que tuvo gran influencia armada hasta desmovilizarse en 2004.
El paramilitar está recluido en la cárcel de Itagüí, en el noroeste del país, luego de presentarse en forma voluntaria con parte de su organización y entregar sus armas para someterse a una legislación especial conocida como Ley de justicia y paz.
La normativa contempla penas máximas de ocho años de prisión y otros beneficios siempre y cuando los paramilitares que entreguen las armas confiesen todos los delitos cometidos, ayuden a esclarecerlos, reparen a las víctimas y dejen de delinquir.
El Tiempo advirtió, sin embargo, que aún falta mucho por confesar y citó el caso de una masacre en Barrancabermeja, puerto fluvial en el norte del país, donde el 16 de mayo de 1998 los paramilitares mataron a siete personas, entre otros.
