José Patricio Patiño, Genaro García Luna; titular de la Secretaría de Seguridad Pública Federal y Facundo Rosas; durante una conferencia a medios en el auditorio del edificio sede. (Notimex)
El secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, anunció la depuración de la Policía Federal Preventiva (PFP), con el relevo 284 agentes de la corporación, entre ellos 34 principales mandos de las 32 entidades federativas.
En conferencia de prensa, García Luna informó hoy por la mañana que los agentes relevados no serán restituidos, sino que serán sometidos a cursos de capacitación y evaluaciones permanentes de control de confianza, que determinarán sus permanencia en la Policía Federal.
El funcionario explicó que los mandos destituidos fueron relevados por personal que respondió a una convocatoria para seleccionar los mejores currículas y los mejores perfiles.
El secretario precisó que en la convocatoria para relevar a los mandos se inscribieron 304 aspirantes, de los cuales seis se opusieron a ser evaluados integralmente particularmente en exámenes antidopaje y de polígrafo, y 16 no acreditaron los exámenes, por lo que al final quedaron 284 que asumieron los puestos de los destituidos
Los elementos de mayor jerarquía que fueron separados de sus cargos mantendrán su grado.
García Luna explicó que, hasta el momento, no han detectado relaciones entre los mandos separados y el crimen organizado, pero advirtió que en caso de encontrarlo se dará intervención a la Procuraduría General de la República (PGR) para las acciones que corresponda.
Los nuevos mandos forman parte del servicio civil de carrera policial y, de acuerdo con García Luna, tienen una trayectoria en sus respectivas corporaciones de entre 20 y 37 años de servicio.
Para asumir su nuevo encargo, tuvieron que someterse y aprobar exámenes psicológicos, médicos, de entorno social, patrimonial, polígrafo y doble antidoping, que seguirán aplicándoseles de manera permanente.
La estrategia de sustitución de mandos aplicada, le aseguró a la SSP un relevo sin conflictos, pues al permanecer en la corporación, los mandos destituidos no pueden recurrir al amparo para ser reinstalados, una práctica común de los agentes que son despedidos.