Mediante la fuerza pública y con maquinaria pesada destruyen endebles chozas
Mediante la fuerza pública se desalojó a más de 100 familias que ocupan desde algunos días un predio de diez hectáreas propiedad de la Sección No. 44 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en el poblado Cristóbal Colón.
Desde las primeras horas de ayer, un contingente aproximado de 150 agentes de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) y de la Dirección Municipal de Seguridad Pública llegó para retirar del lugar a decenas de familias que levantaron algunas viviendas de cartón de manera irregular en este terreno.
Desde las 6:30 horas se comunicó a algunos vecinos que tendrían que abandonaran el terreno; sin embargo, cerca de las 10:00 horas y después del intento de algunos líderes sociales para entablar un diálogo, se procedió al derribo del primer jacal.
El representante de los vecinos, José Isidro Rodríguez Nájera, trataba de que antes de que se destruyeran las viviendas hubiera diálogo con autoridades estatales, planteamiento que era discutido con directivos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), los cuales daban instrucciones para el desalojo.
Después de algunos minutos, y de continuar con la intención de diálogo, el titular de la DEI, Edilberto Acuña Díaz, dio la orden para que se iniciara la destrucción de las construcciones temporales.
Algunas personas trataron de impedir que se llevara a cabo esta acción y entre la confusión, la DEI aprovechó para detener, por el delito de resistencia a particulares, a los líderes José Isidro Rodríguez Nájera y Fernando Ortiz Murga; fueron escasos cinco minutos los que les llevó la aprehensión de quienes se encontraban abogando por los paracaidistas.
Posteriormente avanzó el contingente de Seguridad Pública para que continuaran los trabajos de destrucción de todos los jacales.
Algunas personas alcanzaron a sacar sus pertenencias, mientras otras se conformaron con observar cómo eran destruidos algunos muebles.
Finalmente, después de que se realizó el desalojo y destrucción de viviendas, se empezaron a calmar los ánimos entre vecinos, además de que llegaron refuerzos en aproximadamente cuatro patrullas de la Dirección Municipal de Seguridad Pública.