El comandante de la Guardia Suiza, Elmar Theodore Maeder, asegura que no se temen atentados en el Vaticano y que proteger al Papa es menos complicado que a otros jefes de Estado.
Maeder, en una entrevista al diario romano Il Messaggero, destaca que en la protección de un Papa entran en juego muchos factores y que el riesgo es mayor cuando está en contacto con la gente, “sobre todo durante la audiencia pública de los miércoles y los viajes internacionales”.
El jefe de la Guardia Suiza subraya que respecto a Juan Pablo II, al actual Papa no le gusta improvisar ya que “tiende a respetar el programa y es difícil que inesperadamente dé la orden de parar el jeep para encontrarse con los peregrinos”.
“Con Benedicto XVI las cosas se han simplificado. Habla con la gente pero desde detrás de las barreras de seguridad y desde nuestro punto de vista es mucho mejor”, afirma.
Sin embargo, el agente suizo licenciado en Derecho, casado y con cuatro hijos reconoce que desde el Gran Jubileo de 2000 y sobre todo tras los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos el nivel de atención se ha incrementado.
“La preocupación llega siempre cuando hay grandes celebraciones y eventos religiosos que pueden suponer una ocasión para un gesto clamoroso por parte de cualquier mente criminal”, asegura.
Con respecto al próximo viaje del Pontífice dice: “estamos tranquilos, no hay peligro ya que en Brasil la atmósfera no es hostil, sino muy serena”.
Aunque destaca que quizás si Benedicto XVI introduce alguna visita a alguna barriada de Sao Paulo “puede presentarse algún margen de riesgo”.
Maeder señala que cuando reconocen a “sujetos con comportamientos extraños” nunca los echan fuera, sino que les invitan “amablemente” a acomodarse en una esquina de manera que puedan continuar la misa sin molestar a nadie.
La Guardia Suiza es un cuerpo militar que nació hace quinientos años y está formada por 110 soldados que para ingresar necesitan ser suizos, católicos, haber superado la selectividad y tener entre los 19 y los 30 años.
El próximo seis de mayo 38 nuevos reclutas entrarán en el cuerpo para proteger a Joseph Ratzinger.
La seguridad del Papa también es garantizada por la Gendarmería Pontificia, un cuerpo militar formado por 150 hombres que realizan labores de policía judicial, de tráfico y de aduanas.
