En una imagen de archivo Amado Ramírez Dillanes. (El Universal)
Consideran que no existen evidencias de que en el asesinato de Amado Ramírez esté involucrado el crimen organizado.
La Subprocuraduría de Investigación Especializada contra la Delincuencia Organizada (SIEDO) descartó atraer la investigación del homicidio del reportero Amado Ramírez, pues no existen evidencias de que esté involucrado el crimen organizado.
Así lo informaron fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR), quienes sin embargo señalaron que la SIEDO sí coadyuva en las investigaciones efectuadas por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero (PGJE).
La PGR precisó que desde que se tuvo conocimiento del crimen del corresponsal de Televisa, representantes de la SIEDO acudieron para indagar si el homicidio estaba relacionado con la delincuencia organizada, empero encontraron que se trata de un homicidio del fuero común.
Las fuentes de la PGR refirieron que agentes del Ministerio Público Federal participaron en el inicio de la averiguación previa y peritos federales coadyuvaron en la elaboración del retrato hablado del presunto responsable del homicidio de Ramírez Dillanes.
Según dichas diligencias no existen indicios de que el homicidio se relacione al crimen organizado.
Mencionaron que la SIEDO descartó atraer el caso ya que la Ley contra la Delincuencia Organizada establece que investigará un homicidio cuando éste se encuentre vinculado con el crimen organizado “situación que en el caso de Amado Ramírez, no ocurre”, acotó.
Sin embargo, las mismas fuentes tampoco descartaron que pueda ser la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas (FEADP), también de la PGR, la que se enfoque en las investigaciones que desarrolla la procuraduría estatal.
Ramírez Dillanes fue asesinado el 6 de abril, cuando salía de conducir un programa radiofónico. De acuerdo con testigos, un individuo se acercó y disparó a quemarropa contra el informador poco antes de abordar su automóvil, lo que le causó la muerte.
Por su parte, el Gobierno Federal condenó los atentados cometidos en contra de periodistas y dio a conocer que la Procuraduría General de la República (PGR) tomará cartas en el asunto.
En el texto, la Secretaría de Gobernación dio a conocer que “el Gobierno de la República condena de manera enérgica los atentados en contra de representantes de medios de comunicación y refrenda su compromiso de combatir de manera frontal al crimen organizado”.
De acuerdo con el comunicado oficial, “el primer mandatario ha girado instrucciones al Procurador General de la República, Eduardo Medina Mora, para trabajar de manera coordinada con las autoridades estatales en las investigaciones de crímenes contra periodistas y redoblar los esfuerzos que se realizan en la lucha contra la criminalidad”.
Y precisó que el Gobierno Federal reconoce la labor y valentía de los comunicadores y reitera su más firme compromiso con el respeto a la ley, al Estado de Derecho y a la libertad de expresión”.
Dan último adiós
Veinte años de labor periodística, dentro de esos 11 como corresponsal del Grupo Televisa en Acapulco, fueron cegados por seis balas que salieron de una pistola .38 súper y que le arrebataron la vida a Amado Ramírez Dillanes la tarde del pasado viernes 6 de abril.
En un acto familiar, donde acudieron amigos y reporteros, fueron arrojadas al mar las cenizas del periodista, justo en la tradicional playa Caleta.
Su esposa e hijas comentaron que era el último deseo de Amado Ramírez que sus cenizas fueran esparcidas en ese lugar, pues es donde se casó hace 25 años con Lupita, la compañera de su vida.
Sin importar el Sol y el intenso calor del medio día del domingo, un grupo de reporteros y familiares, a bordo de las lanchas Aries I y Re beca, acudieron para despedir al periodista, padre de familia y amigo.
Después de esparcir las cenizas al mar, los asistentes arrojaron margaritas amarillas y rosas blancas para despedir al periodista guerrerense.
Por la mañana, se ofició una misa en la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad para dar el último adiós al periodista guerrerense, misma que estuvo encabeza por el arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco.