Familiares de los mineros atrapados en una veta de carbón en Utah lamentan la noticia de la falta de oxígeno en el interior de la mina. (AP)
Directivos de la empresa prácticamente descartaron ayer toda esperanza de hallar con vida a los seis mineros -tres de ellos mexicanos- dos semanas después de que quedaran atrapados por un derrumbe en el fondo de una mina.
Los resultados de una cuarta perforación de unos 460 metros de profundidad indicaron que la calidad del aire no era apta para la vida, dijo un directivo de la empresa copropietaria de la mina de carbón Crandall Canyon.
“Es probable que no encuentren a estos mineros”, dijo Rob Moore, vicepresidente de Murray Energy Corp.
Fue un cambio notable después de repetir durante días, con inconmovible optimismo, que los hombres serían rescatados.
Había escasas pruebas de que los mineros hubieran sobrevivido al derrumbe del 6 de agosto.
Cuatro perforaciones habían permitido un acceso limitado a la mina Crandall Canyon. Los rescatistas daban golpes en un barreno y detonaban explosivos, con la esperanza de recibir una respuesta de seis mineros -incluidos tres mexicanos-, pero la única respuesta que encontraban era el silencio.
Expertos en ingeniería de todo el país se reunieron en la mina el sábado para encontrar una manera de llegar a los hombres atrapados.
La apertura de túneles subterráneos está detenida desde el jueves, cuando un derrumbe mató a tres rescatistas y dejó a otros seis heridos.
La Administración de Seguridad y Salud en las Minas (MSHA por sus siglas en inglés convocó a especialistas del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, la Universidad de Virginia Occidental y empresas privadas para tratar de encontrar medios más seguros para abrir un túnel hacia los mineros atrapados. Estos se reunieron en la mina ayer por la mañana.
Los especialistas estudiaban mapas de la mina y se disponían a bajar a una parte de la mina considerada segura para estudiar las columnas de carbón que sostienen el techo. Se espera que puedan encontrar la manera de volver a bajar sin correr riesgos.
El sábado, el cónsul de México en Salt Lake City, Salvador Jiménez, dijo que habló con el gobernador Jon Huntsman para pedirle que continúe el esfuerzo de rescate. Si bien los expertos deben estudiar el mejor modo de hacerlo con seguridad, “no debe interrumpirse este esfuerzo”, dijo el cónsul.
