El alto comisionado para la reinserción de Colombia, Frank Pearl (centro), dialogó ayer con un grupo de guerrilleros de las FARC que se acogieron al programa de legalidad. Un total de 193 guerrilleros ha llegado a la cárcel de Chiquinquirá. (EFE)
Ve la guerrilla como ‘un engaño’ la excarcelación de unos 200 combatientes.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no responderán con la liberación de rehenes en su poder a la iniciativa del presidente Álvaro Uribe de excarcelar unilateralmente a cientos guerrilleros presos, porque ven en ese gesto “un engaño”.
“Esta farsa uribista es otro engaño a los familiares y amigos de los prisioneros de ambas partes”, afirmaron ayer las FARC, según un comunicado fechado en junio en las montañas de Colombia.
El Gobierno informó que proseguirá con la excarcelación.
Unos 200 prisioneros, supuestamente guerrilleros, están concentrados en la prisión Normandía, a 120 kilómetros al norte de Bogotá, cumpliendo los trámites para beneficiarse con la medida. Las FARC dudaron de que los liberados pertenezcan a sus filas; varios grupos de rebeldes presos manifestaron que no se someterían a la opción ofrecida por el Gobierno.
El viceministro de Justicia, Guillermo Reyes, en declaraciones a radio Caracol, dijo que “aunque las FARC digan que no están de acuerdo hay que enviar un mensaje de paz”.
En un discurso, el presidente anunció que hoy informará al país “detalladamente la liberación de estos ciudadanos miembros de las FARC que estaban en la cárcel, como gesto humanitario en busca de la liberación de estos compatriotas secuestrados”, causa a la que pidió el respaldo del mundo entero.
Las FARC insistieron en que para liberar a casi 60 rehenes se debe negociar un acuerdo con el Gobierno, para lo cual exigen desmilitarizar dos municipios suroccidentales que abarcan unos 800 kilómetros cuadrados. El gobernador de Valle del Cauca, Angelino Garzón, expresó su disposición de acoger los diálogos en ese territorio.
Uribe ha sido tajante en rechazar tal posibilidad.
“El demagógico anuncio de liberar unilateralmente presos nada tiene que ver con un canje que será el resultado de acuerdos... donde se definan criterios, tiempos, nombres, garantías y mecanismos”, dijo la guerrilla en el comunicado difundido por vía electrónica.
Reyes expuso que el proceso promovido por el Gobierno “no es un intercambio humanitario, es un gesto unilateral... y es una decisión tomada”.
Según los rebeldes izquierdistas, la excarcelación pretende desplazar la atención pública de la detención de una docena de congresistas aliados del presidente por supuestos vínculos con paramilitares y el espionaje a opositores políticos, periodistas y hasta altos funcionarios públicos desde la Policía Nacional.
“Mientras se distrae con la propaganda de la liberación de los presos, las tropas oficiales continúan intentando rescates a sangre y fuego sin importarles para nada la vida y la integridad de los prisioneros”, agregaron los insurgentes, que llevan 43 años intentando tomar el poder por la vía armada y que actualmente cuenta con unos 15 mil combatientes.
Entre los secuestrados de las FARC se encuentra la colombo-francesa y ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres estadounidenses contratistas del departamento de Defensa de su país, políticos, militares y policías.
Califican de ‘show mediático’ excarcelación de guerrilleros
La familia de la secuestrada ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt consideró ayer “previsible” la negativa de las rebeldes FARC a negociar un canje de prisioneros con el Gobierno, sin un despeje militar previo.
El esposo de Betancourt, Juan Carlos Lecompte, expresó que el Gobierno hace “un show mediático para mostrar a la opinión pública nacional e internacional que quiere hacer todo lo posible por liberar a los secuestrados, pero está enredando más la situación”.
Yolanda Pulecio, madre de la ex senadora en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dijo ayer que se temía una negativa de la organización insurgente porque “no hubo diálogo” para avanzar en el canje humanitario.
“Me imaginé que esto iba a suceder, porque la base de todo era haber tenido con las FARC un diálogo, un acercamiento que indicara que a cambio de los guerrilleros, se iba a liberar a los secuestrados” en poder del grupo rebelde, precisó.
Para acceder a un intercambio, los rebeldes exigen el retiro del Ejército de los poblados occidentales de Pradera y Florida, con el fin de negociar en esas zonas con el Gobierno un acuerdo de intercambio de prisioneros.
Pulecio recordó que la propuesta de Uribe Vélez fue una medida unilateral, pero advirtió que “no (hubo) una conversación con las FARC” para que respondieran con un acto recíproco.
