Un grupo de 21 inmigrantes indocumentados, que se encontraba dentro de una casa de seguridad en Phoenix, fue descubierto por las autoridades gracias a una llamada telefónica.
El Departamento de Policía de Phoenix encontró ayer a los indocumentados, en su mayoría inmigrantes mexicanos, que fueron entregados posteriormente al Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) para su deportación.
Este es el segundo grupo, en menos de 15 días, que es descubierto por las autoridades en Phoenix.
El pasado 20 de mayo, 19 indocumentados fueron rescatados luego que uno de ellos escapara por una ventana y llamara al número de emergencia 911.
Una mujer dijo haber sido violada en varias ocasiones por uno de los traficantes, también conocidos como “coyotes”, que cuidaba al grupo.
La ciudad de Phoenix se ha convertido en el centro de operaciones de bandas organizadas que después de cruzar a los indocumentados a través del desierto, los transportan a las llamadas casas de seguridad en esta ciudad a la espera de ser trasladados hasta su destino final.
En ocasiones, los indocumentados son retenidos en estos lugares en contra de su voluntad hasta que sus familias pagan por su rescate.
En los últimos meses también se han reportado casos de grupos de indocumentados que han sido secuestrados a punta de pistola mientras eran transportados en camionetas cerca de la ciudad de Phoenix.
DESTINA TEXAS 43 MDD PARA VIGILANCIA FRONTERIZA
La legislatura de Texas aprobó la madrugada de ayer un presupuesto estatal de 152 mil 500 millones de dólares para los próximos dos años, en el que se incluyen recursos para mejorar la vigilancia en la frontera con México.
El presupuesto para 2008 y 2009 incluye unos 43 millones de dólares para reforzar con más agentes y equipo los departamentos del sheriff ubicados a lo largo de la frontera.
Los recursos aprobados para este concepto constituyen menos de la mitad de los 100 millones de dólares que el gobernador de Texas, Rick Perry, había solicitado para expandir la vigilancia fronteriza.
El plan de gastos contiene un aumento salarial para los empleados estatales del dos por ciento anual durante los próximos dos años, con incrementos aún mayores para los policías y guardias forestales.