En Costa Rica localizaron un antiguo pantéon, donde encontraron piezas de cerámica, como figuras de mujeres embarazadas de 40 centímetros de alto, hachas de piedra y restos humanos
Un nuevo cementerio indígena, de unos mil 200 años de antigüedad, fue descubierto por arqueólogos del Museo Nacional en la Península de Nicoya, en el Pacífico central de Costa Rica.
Las excavaciones se llevan a cabo en una finca ganadera ubicada a unos 250 kilómetros al noroeste de San José, donde se han encontrado más de 80 piezas de cerámica, hachas de piedra y restos humanos, como cráneos, partes de huesos y dientes, aunque en muy mal estado de conservación debido a las condiciones del suelo.
En declaraciones que publica el diario local La Nación, el arqueólogo Wilson Valerio, explica que el cementerio fue utilizado por una población indígena que habitó la zona entre el año 800 y mil 200 d.C.
Valerio y su equipo han realizado hasta ahora 32 pequeñas excavaciones, descubriendo trozos de cerámica pintada, que eran utilizadas como ofrendas funerarias.
"Es un terreno muy arcilloso y lleno de cascajo, por ello, los materiales no están tan bien conservados como en otros lugares cercanos", lamentó el científico, quien detalló que debido al mal estado de los restos humanos no es posible determinar cuántos cuerpos fueron enterrados en el cementerio.
Entre los descubrimientos más interesantes del sitio destacan tres figuras de cerámica de mujeres embarazadas, de unos 30 ó 40 centímetros de alto.
Lo curioso, además de sus detallados rasgos femeninos y de embarazo, detalló Valerio, es que las figuras presentan una hendidura redonda en la frente, un simbolismo del que no se tiene conocimiento.
En febrero pasado, en una zona cercana a esta excavación, fue descubierto otro cementerio indígena de unos dos mil años de antigüedad, y hace pocas semanas, se informó de la existencia de un sitio ritual precolombino en la localidad rural de Pérez Zeledón, al sur del país.