Señalan que las sustancias fueron, al parecer, sacadas de un arsenal iraquí hace once años.
Personal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) descubrió en la sede del organismo restos de sustancias químicas peligrosas halladas en Irak durante la década pasada, cuando fueron trasladados a Nueva York para su análisis.
La vocera de la ONU, Marie Okabe, informó que el hallazgo se produjo de manera accidental el viernes pasado mientras algunos funcionarios desocupaban una zona de oficinas para mudarse a otra sección, lo cual generó incertidumbre en un primer momento.
Okabe señaló que agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) fueron alertados y se harán cargo de los líquidos, contenidos en pequeños tubos sellados en bolsas de plástico e identificados como “fosgeno suspendido en aceite”.
El fosgeno es un agente químico cuyo estado primigenio es gaseoso y es usado para fabricar plásticos y pesticidas, aunque también se utilizó durante la Primera Guerra Mundial como agente asfixiante que afecta al sistema pulmonar.
De acuerdo con la vocera, el agente químico encontrado fue almacenado durante la década pasada en las oficinas de la Comisión para la Inspección, Vigilancia y Verificación del desarme en Irak (UNMOVIC), a unas cuadras de la sede central de la ONU.
Las oficinas fueron evacuadas tras conocerse la naturaleza peligrosa de la sustancia encontrada, pero Okabe indicó que “no hay ningún peligro ni riesgo inmediato” pues el paquete ha quedado aislado.
“La única información que tenemos del contenido de esas bolsas es de un inventario de una inspección de 1996 que indica que uno de los productos podía contener phosgene”, indicó el organismo.
“Las oficinas han sido monitoreadas usando equipo de detención de armas químicas de la UNMOVIC y no se han encontrado vapores tóxicos”, señaló la portavoz.
La UNMOVIC fue el organismo encargado de examinar si había armas de destrucción masiva durante la década de 1990 en Irak y antes de la invasión estadounidense de 2003.
Parte de los hallazgos se trasladó a hasta Nueva York para su examen y almacenamiento.
ORDENAN INVESTIGACIÓN
El Departamento de Estado dijo que se enteró del descubrimiento el miércoles por la noche y que se puso en contacto de inmediato con el FBI para que se ocupe de su retirada.
El vocero adjunto Tom Casey indicó además que será realizada una investigación conjunta de Estados Unidos y la ONU sobre el motivo de haber almacenado las muestras en esa oficina pero insistió que se encontraban en el lugar desde hace una década y no planteaban peligro alguno.
“Una de las cosas que deseamos hacer es asegurarnos que la ONU, en colaboración con el FBI, realiza una plena investigación, para que tengamos la absoluta certeza de cómo llegaron allí, cuánto tiempo han permanecido allí y la forma precisa de cómo sucedió”, indicó.
“Esos objetos no plantearon en la actualidad o en el pasado amenaza alguna para la salud pública y la seguridad del área”, dijo Casey.