Un juez en Los Ángeles desestimó ayer una demanda contra el cardenal mexicano Norberto Rivera, quien había sido acusado de conspirar con jerarcas de la Iglesia Católica estadounidense para transferir a un sacerdote acusado de abuso de menores de un país a otro. (Arhivo)
Determinan que no existe jurisdicción para que la justicia estadounidense juzgue al cardenal.
La Corte Superior de Los Ángeles desechó ayer la demanda civil interpuesta en contra del Cardenal Norberto Rivera, por presunto encubrimiento al sacerdote Nicolás Aguilar, acusado de abuso sexual de menores.
En entrevista telefónica desde Los Ángeles, Steven Selsberg, abogado de Rivera Carrera, informó que el juez Elihu Berle determinó que no existe bajo ningún motivo jurisdicción para que la justicia norteamericana juzgue al Cardenal Norberto Rivera, toda vez que los hechos ocurrieron en territorio mexicano.
“Se hizo justicia estamos muy contentos porque a pesar de las contrariedades vemos que el juez no has dado la razón”, dijo el abogado del cardenal.
En tanto, el cardenal Norberto Rivera ya está enterado de la resolución del juez estadounidense.
Éric Barragán, representante de la Red de Sobrevivientes por Abuso Sexual de Sacerdotres, quien estuvo presente en la audiencia donde el juez Elihu Berle desechó la demanda civil interpuesta en contra del cardenal Rivera, anunció que van a apelar la decisión de la Corte.
“La Junta de Apelación y la Corte Suprema de los Estados Unidos tienen la libertad para cambiar esas reglas y que los jueces y las cortes puedan tomar el caso, que es el encubrimiento, que es el daño moral y espiritual”, dijo en declaraciones a Radio Red.
“Esto es un daño muy profundo, que desgraciadamente por una regla técnica, este depredador (sexual) y este señor cardenal puedan salir limpios y asumir su responsabilidad en el daño a estos hombres”, agregó Barragán.
Joaquín Aguilar, de 26 años, radicó la demanda aduciendo que Rivera, cuando era obispo de Puebla, sabía que el sacerdote había molestado a menores cuando lo envió a la arquidiócesis de Los Ángeles. El sacerdote, Nicolás Aguilar Rivera, no tiene parentesco alguno con el cardenal.
El cardenal Rivera sostiene que no estaba al tanto de las denuncias en contra del sacerdote.
En una declaración difundida en febrero, dijo que en 1987 le envió al cardenal de Los Ángeles, Roger Mahony, una carta en la que le advertía que Nicolás Aguilar Rivera tenía “problemas de homosexualidad”. Un portavoz de la arquidiócesis de Los Ángeles dice que el cardenal jamás recibió esa carta.
El sacerdote huyó a México menos de un año después de haber llegado, tras ser acusado de abuso sexual, antes de que la Policía pudiese iniciar una investigación. Posteriormente fue acusado formalmente de 19 acciones indecentes con menores.
El religioso siguió ejerciendo en México. Aguilar, quien presentó su demanda hace un año, asegura que el sacerdote lo violó en la rectoría de una iglesia cuando tenía 12 años y que le dijo que no lo delatase porque sus hermanas correrían la misma suerte.
No se conoce el paradero actual del sacerdote.
Pone PRD ‘punto final’ a conflicto con cardenal
El Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) anunció que pondrá “punto final” a su debate con el cardenal Norberto Rivera Carrera y dijo incluso estar listo a sentarse con él para dialogar.
Desde el año pasado, según dijo Gerardo Fernández Noroña, el PRD solicitó una “cita” con el prelado católico para poner fin a sus diferencias y hasta la fecha no les han contestado, pero siguen dispuestos a entrevistarse con él.
El secretario de Comunicación del CEN del PRD convocó a conferencia para anunciar esta decisión de su partido de terminar los diferendos con el arzobispo primado, pero dio a conocer una breve cronología de intervenciones de Rivera Carrera en asuntos políticos:
Acusó al prelado de intervenir permanentemente y actuar “de mala fe” a través de la revista semanal católica Desde la Fe en la que presentan presuntas fotos donde Noroña incita a la gente a introducirse en la Catedral.
El 19 de julio de 2004 dijo que era indispensable una nueva legislación en materia de pensiones y jubilaciones de los trabajadores del Seguro Social “y yo pregunto: ¿tendrá Seguro Social el cardenal”?
En 2006 opinó sobre las protestas de San Salvador Atenco y el EZLN y dijo que tenían secuestrado al 99% de los capitalinos. “Yo no me enteré cuándo nos secuestraron, yo debo estar en ese 99%”, dijo irónico Noroña.
El 15 de mayo, hubo denuncias de violación durante el operativo de desalojo de los colonos de Atenco, pero el cardenal dijo: “No basta con que sólo digan: ‘a mí me violaron’, para que se de como un hecho, se tiene que probar”. Sin embargo, -acotó Noroña- cuando la Comisión Nacional de Derechos Humanos dijo que sí las habían violado y entonces el cardenal no dijo una sola palabra para disculparse.
También recordó que en 2006, cuando la PFP entró en Oaxaca, el cardenal dijo que: “Fue una decisión muy atinada del Gobierno Federal, la presencia policiaca no es para reprimir, sino para defender sus garantías y liberar a una sociedad que se sentía atrapada”.
“Yo le pregunto a un salvador de almas, qué tiene que ver con estos asuntos, porque además los comenta al término de la misa en Catedral. Hace política dentro de catedral y se sorprende que alguien se le manifieste”. Aún así, el PRD dio por terminados sus conflictos con el prelado.
Dan guía a curas para tratar a niños
Por instrucción del cardenal Norberto Rivera, la Arquidiócesis de México hizo llegar a sus sacerdotes un manual de “comportamientos adecuados” en el que les pide que eviten conductas inmorales y acciones que puedan considerarse lesivas hacia menores de edad.
“Los clérigos deben evitar conductas imprudentes como abrazos inoportunos o poco naturales, juegos de manos o caricias fuera de lugar y no deseadas. Los sacerdotes no deben introducir menores en sus habitaciones, ni pasar días libres con ellos”, señala el documento, publicado en la Gaceta del Arzobispado en su número de Enero-Junio.
Agrega que los religiosos deben tener un trato cordial con los niños, pero no saludarlos de manera irrespetuosa ni darles un trato preferente.
Explica que la institución brinda ayuda psicológica a los religiosos que incurren en actitudes “inmorales”, las que califica como una enfermedad.
El documento señala que no se tolerará a ningún sacerdote que cometa este tipo de actos, sin embargo, apunta que no se harán investigaciones de rumores infundados
Además, los sacerdotes deben firmar una carta en la que deslindan a la Arquidiócesis de cualquier responsabilidad civil, penal y económica por su conducta moral.
