Hoy termina 2007, año difícil para La Laguna en general y para Torreón en particular. Quizá los dos aspectos que más golpearon a la población de la Comarca y del Municipio fueron la falta de inversión y la inseguridad pública.
Dentro del primer tema basta decir que la Región Sureste de Coahuila, en la que se encuentra el corredor Saltillo-Ramos Arizpe, recibió 11 veces más inversión que la Región Lagunera, en la que está ubicado el corredor Torreón-Matamoros. Mientras a la zona de la capital de Saltillo arribaron importantes industrias, unas cuantas empresas ampliaron sus plantas y ninguna nueva fue abierta en la Comarca.
Respecto al asunto de la inseguridad, fue de todos notorio el incremento en las ejecuciones, fenómeno que incluso llegó a golpear a las corporaciones policiacas y militares. La sociedad lagunera fue testigo a lo largo del año de numerosos hechos violentos en diferentes puntos de la región, lo cual repercutió en la pérdida de la tranquilidad del ciudadano al asistir a lugares públicos.
Por si fuera poco, además de la incertidumbre económica y social los torreonenses tuvieron que soportar un absurdo conflicto entre la Administración estatal de Humberto Moreira y la municipal de José Ángel Pérez. Cada asunto público que involucrara a ambos gobiernos representaba un motivo de disputa: las obras, la seguridad, los grados de competencia, el desarrollo económico, la autonomía, entre otros.
Mañana inicia 2008 y bien se podría comenzar la lista de deseos de Año Nuevo con los tres asuntos mencionados: que haya una mejor promoción de La Laguna y más infraestructura para atraer nuevas empresas que generen empleos de calidad; que exista una mayor coordinación entre los cuerpos de seguridad de los tres niveles de Gobierno para que los habitantes de la región recuperen la tranquilidad de antaño, y, por último, que los gobiernos de Coahuila y de Torreón dejen de lado sus rivalidades y se pongan a trabajar juntos por el bien de los ciudadanos, de cuyos impuestos se mantienen. ¡Feliz Año y lo mejor para 2008!
