Betsy Pecanins conmovió con su actuación. (Fotografía de Julio Hernández)
El Siglo de Torreón
CIUDAD LERDO, DGO.- Y sí, Betsy lleva el blues en el alma, en el corazón y en todo su ser. Su voz y la música emergida de los instrumentos llevaron a la gente desde los lugares más tristes con paradas en el camino de la pérdida, el dolor del alma y al final de todo ello a la esperanza y el gozo...
La voz de Betsy Pecanins sonó desgarradora mientras que la música fue simplemente blues: un ritmo bailable, suave y agresivo a la vez, difícil de definir pero que la noche del sábado se impregnó en cada poro de la gente que acudió al concierto de la “Reina del Blues” en la Plaza Principal.
En el show no hubo risas ni sarcasmos tal como sucedió con el de Susana Zabaleta, pero sí muchos sentimientos.
Por segundo año consecutivo, Pecanins se presentó en el Festival Internacional de las Artes de esta ciudad. La gente ya tenía el antecedente de su talento y experiencia y no dudó en acompañarla.
Guitarras, bajo, batería, armónica, percusiones, cello. Cobijada por sus músicos, Betsy inició a las 9:00 de la noche con Fuego en el Alma y Soy mi Voz, dos de los temas más conocidos de la intérprete. Luego vinieron I’m Tore Down, Happy Home y Am I Wrong? que estremecieron el lugar y a los asistentes.
Sencilla, concentrada, viviendo cada nota, cada interpretación. Betsy no podía dejar de lado su querida música mexicana, arrancando suspiros, provocando miradas.
Libro Abierto, El Fandanguito, La Tequilera, Cartero, Canción Mixteca y La Chancla. La mezcla de la música regional con el blues y otros géneros dio un sonido peculiar, atrayente, tan es así que hasta Los Beatles se hicieron presentes con Get Back! y Hey Jude, la cual comenzó a cantar muy tranquila, pero tomó una fuerza a la que la gente se unió en los coros. Luego de un momento de auge, con su maravillosa voz -definida así por el público- culminó la última frase y los fanáticos la despidieron con gran entusiasmo.
Luego de hora y 20 minutos de show, Betsy dijo adiós y agradeció al público los aplausos que le prodigó.
La artista estuvo acompañada por Mónica de Ávila en el violoncello; Monserrat en percusiones; Jorge García, guitarra y la armónica; Alfonso Rosas, bajo; y Felipe Souza, guitarra eléctrica.
Hija del blues
La artista no duda ni un momento al asegurar que el blues la ha seguido siempre.
-El jazz es libertad, ¿y el blues?: “Todos esos géneros parten de la libertad y sobre todo de una cosa muy existencial; es parte del dolor, de la tristeza, pero tiene mucho humor y como mucha sensualidad. Más bien son cantos como liberadores, sanadores, de alguna manera”.
-Ya son 30 años de carrera artística, ¿en qué momento se encuentra Betsy?: “No sé, no lo podría calificar, son 30 años de cantar, de estar en una línea, de vocalizar, de buscar las canciones; son muchas cosas que conforman esos 30 años. Mucha gente con la que he trabajado, muchos proyectos, todo eso está presente por eso se dice fácil, pero son muchas cosas que van aconteciendo.
-La música es su forma de vida...: “Desde luego es un oficio, es un trabajo también, es lo que amo, es mi vocación, toda una vida un poco dirigida y enfocada a eso, a hacer la música. Esta es una carrera muy dedicada, no te la puedes tomar a la ligera, tienes qué tener una gran vocación para aguantar”.
-Cada vez son más las personas que se van integrando a este género...: “Creo que toda la música, incluyendo la muy comercial, está basada en la música negra, y el blues por supuesto es una fuente muy importante de inspiración, de detalle, hay mucha presencia”.
-Nuevo material: “Estoy trabajando con Cecilia Toussaint en un disco, no sé cuándo, pero pronto saldrá. Va a incluir temas como de Serrat, Fito Páez, Antonio Vega, Silvio Rodríguez, de nosotras dos... va a ser el (disco) número 15 de mi carrera”.