EL UNIVERSAL
AGUASCALIENTES, Aguascalientes.- Entre notas de mariachis y el tema ?Amor Eterno?, redobles de bandas de guerra, sollozos y aplausos de los miles de aguascalentenses que se dieron cita en la Catedral de esa capital, fueron despedidos los cuatro oficiales que fallecieron durante varias balaceras registradas en la ciudad el pasado jueves.
El encargado de oficiar la misa fue el obispo de la Diócesis, Ramón Godínez Flores, quien en su homilía pidió a los fieles no olvidar el sacrificio del comandante Genaro Sandoval Salas, y los suboficiales Juan Rivera Molina, Eduardo Flores y José Juan Navarro Rincón.
Asimismo, habló sobre la violencia que se ha cernido en varios estados de la República. ?Frente a estos terribles hechos violentos y otros que suceden en otras ciudades de nuestra patria, nos sentimos temerosos, tristes, sorprendidos, llenos de dolor, a todos nos envuelve como un manto de luto, el dolor de las familias se extiende a todos por igual, todos nos sentimos golpeados?.
Al concluir la misa, una valla de uniformados y bandas de guerra que contenían a la multitud que aplaudía a los oficiales caídos, guió a los cuatro féretros y sus escoltas hasta el Palacio Municipal, en donde recibieron un homenaje por parte de la alcaldía.
En el Palacio Municipal, ante casi dos mil personas, fueron recibidos por las notas de un mariachi y al llegar al segundo patio del recinto, las banderas mexicanas que cubrían los féretros, fueron retiradas y entregadas a sus familiares.
En este lugar, el alcalde panista de la capital, Martín Orozco Sandoval, pidió al pueblo de Aguascalientes retomar las calles y la ciudad para no dejar lugar a los hampones e incluso advirtió a estos últimos que la lucha seguirá gracias a que los aguascalentenses cuentan con elementos policiacos valientes y dispuestos a entregar la vida como ?ángeles guardianes?.
