Los indígenas del Norte del estado no solamente lo aceptan sino exigen la medicina preventiva
El Siglo de Durango
REGIÓN NORTE, DGO.- Desplaza la efectividad de la medicina moderna a las tradiciones mágicas y fantásticas de los tarahumaras.
Promueven la cultura de la salud entre los tarahumaras que radican y emigran a la zona, con la finalidad de evitar epidemias y mortalidad en la etnia, comentó el epidemiólogo Carlos Antonio Casas Rico.
Se estima que en la región Norte de Durango hay alrededor de cinco mil tarahumaras, mismos que por su manera de vivir están más expuestos a las inclemencias del clima, y por ende a las enfermedades y epidemias.
Los indígenas son catalogados por las autoridades de salud como un grupo vulnerable, de tal manera que las vacunas se aplican a personas de todas las edades a diferencia de los demás sectores de la población, de los cuales sólo se toma en cuenta a niños y ancianos.
El epidemiólogo de la Jurisdicción Sanitaria No 4, que comprende el Norte de Durango, refirió que este 2006, se ha logrado vacunar contra la influenza y neumococo a aproximadamente el 80 por ciento de los indígenas.
Para las instancias de salud esto ha sido un logro significativo, ya que las arraigadas costumbre de los tarahumaras que habitan la región Norte y Noroeste de Durango y toda la Sierra de Chihuahua son contrarias a la medicina actual.
?Ellos tienen muchas creencias mágicas y apegadas a su religión, por lo que para algunos simplemente está mal acceder a la aplicación de biológicos, mientras que en el caso de las mujeres, más bien manifiestan temor ante lo desconocido?, comentó Casas Rico.
No obstante, las cosas están cambiando en los últimos tiempos, pues los tarahumaras han comenzado a acceder a la atención médica, a cambio de los apoyos que las instituciones como el DIF y ayuntamientos les ofrecen.
Al ver que realmente los medicamentos y vacunas tienen un efecto positivo en su organismo, después son ellos mismo quienes los solicitan, pues van tomando confianza y comienzan a comprender que los galenos y sus recetas pueden hacer mucho por sus hijos y mujeres.
Actualmente, los médicos, centros y casas de Salud de El Oro, Indé, San Bernardo y Guanaceví, son frecuentados por un número significativo de tarahumaras que acuden a vacunación o a consulta, incluso en el Hospital de Santa María del Oro, es común su asistencia según comentaron directivos del lugar.
Este año, en la jurisdicción No. 4 se aplicaron tres mil dosis de vacunas a los menores de edad, mientras que en adultos hay capacidad para aplicar hasta seis mil, entre las cuales se incluye al grupo vulnerable representado por los tarahumaras.
Facilidad en servicios
Para los indígenas la consulta médica en los Centros de Salud es gratuita, además de que a través del DIF se les apoya con algo de medicamento y complementos vitamínicos y alimenticios, platicó Carlos Antonio Casas Rico, epidemiólogo de la Jurisdicción Sanitaria No. 4.
Los programas de ayuda del gobierno federal entregan algunos apoyos a los tarahumaras que al principio no sabían aprovechar pero ahora saben utilizar los víveres de las despensas, sobre todos los complementos alimenticios que tanto bien hacen a los menores de edad.
Ahora, hay indígenas que no solamente se preocupan por recibir atención de las enfermedades respiratorias o gastrointestinales que son las más comunes, ya que también hay casos de tratamiento de hipertensión arterial y diabetes.
No se pretende terminar con su cultura, pero si darles alternativas para que tengan una mejor calidad de vida, concluyó Casas Rico.